Dos hechos están registrados en la historia de Nicaragua como de gran trascendencia: la independencia de Centroamérica de la corona española, en 1821, y la Guerra Nacional, entre 1855 y 1856, contra los filibusteros de William Walker.
De esos dos hechos han resaltado hombres que en la actualidad son conocidos como próceres unos y como héroes nacionales otros. Sobre sus vidas se enseña en las escuelas y la revista DOMINGO te los recuerda en este En Escena.
Entre ellos hay hasta un costarricense.
Andrés Castro
Es el sargento nicaragüense que durante la Guerra Nacional, en la Batalla de San Jacinto del 14 de septiembre de 1856, al quedarse sin municiones, derribó de una pedrada a un filibustero. Fue declarado héroe nacional de Nicaragua en 1980. Nació en Managua en 1831 y murió en 1876. Sus padres fueron Regino Castro y Javiera Estrada, campesinos.
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José Dolores Estrada
Fue el general que comandó las tropas nicaragüenses que lucharon contra los filibusteros en la Hacienda San Jacinto, el 14 de septiembre de 1856. Ese día le propinaron una importante derrota militar a los hombres de William Walker. Fueron 28 bajas del ejército de Nicaragua y 35 de los filibusteros, que estaban mejor armados. Murieron muchos más filibusteros en la huída a Tipitapa y Masaya. Estrada nació en Nandaime el 16 de marzo de 1792 y murió el 12 de agosto de 1869. Está enterrado en la iglesia católica de Nandaime. Sus padres fueron Timoteo Estrada y Gertrudis Vado Lugo.
Juan Santamaría
Fue un soldado costarricense que participó en Nicaragua en la lucha contra los filibusteros de William Walker. Testimonios escritos indican que Juan Santamaría prendió fuego al mesón de Rivas donde estaba protegido un grupo de invasores, pero lo mataron en el acto. Gracias a esa acción de Santamaría, momentos después, por no tener los filibusteros suficiente agua para extinguir las llamas, debieron abandonar el local, lo cual permitió al ejército costarricense lograr una victoria sobre las tropas de Walker. A Santamaría, le decían el Tamborcillo del ejército tico porque tocaba ese instrumento. Algunos historiadores ponen en duda la existencia de Santamaría, declarado héroe nacional de Nicaragua en 1982. Para ese año, los sandinistas afirmaron que habían encontrado los restos de él en donde fue el mesón de Rivas. Los enviaron a Costa Rica, pero en ese país vecino descubrieron que se trataban de huesos de vaca y otros animales.
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Enmanuel Mongalo
Es un maestro que está declarado como héroe nacional de Nicaragua desde 1982. Su participación fue en la batalla de Rivas, cuando los filibusteros de William Walker atacaron ese lugar, uno de los combates más importantes de la Guerra Nacional. En esos combates las fuerzas de Walker fueron derrotadas en parte porque Enmanuel Mongalo y Rubio, junto a Felipe Neri Fajardo, se ofreció para participar en el incendio de la casona de Máximo Espinoza, lugar donde se resguardaban las tropas del norteamericano. Mongalo y Rubio murió el 1 de febrero de 1872 en Granada, a los 38 años de edad. Sus restos fueron exhumados y trasladados de manera simbólica a su ciudad natal, Rivas, el 29 de junio de 1970. Esa fecha es ahora celebrada como el Día del Maestro en Nicaragua.
Miguel Larreynaga
Está declarado como prócer de la independencia de Centroamérica. Participó en la reunión de autoridades convocada el 15 de septiembre de 1821 por la máxima autoridad española en el istmo, Gabino Gaínza, para analizar la situación del Reino de Guatemala ante el hecho de que dos provincias, entonces centroamericanas, Chiapas y Soconusco, habían proclamado la independencia conforme al Plan de Iguala de Agustín de Iturbide. Larreynaga, explica el académico Carlos Tünnermann Bernheim, era sumamente respetado y se pronunció en esa asamblea en apoyo a la tesis de la proclamación inmediata de la independencia de Centroamérica. No fue de los firmantes del acta de independencia pero sí formó parte de la primera Junta Consultiva, creada ese mismo día, en representación de Nicaragua, su provincia natal. Había nacido en León el 29 de septiembre de 1771. Hijo de Joaquín Larreynaga y Manuela Balmaceda. Murió en Guatemala en 1847.
Tomás Ruiz
Es prócer de la independencia de Centroamérica. No participó en los hechos de 1821 pero este sacerdote nicaragüense, de origen indígena, desde 1805 animaba a la población indígena a sublevarse contra los dominadores españoles y en diciembre de 1813, en el Convento de Belén de Antigua Guatemala, aparece dirigiendo la famosa conspiración conocida como la Conjura de Belén. Hubo un delator entre los propios conjurados, lo que condujo a su captura la noche del 23 de diciembre, exactamente un día antes de que se llevara a cabo el plan revolucionario encaminado a deponer a las autoridades españolas. Estuvo seis años preso. El académico Carlos Tünnermann Bernheim explica que en 1819, estando ya libre, el padre Ruiz solicitó permiso para trasladarse a la ciudad Real de Chiapas. Se ignora lo que fue de su vida después de su retiro a Chiapas.