Diversos politólogos latinoamericanos, incluyendo algunos de prestigio, aseguran que la democracia ha fracasado o que al menos ha perdido la confianza de la mayoría de la gente.
Al respecto, la más reciente investigación pública de Latinobarómetro, revela que el 51 por ciento de los latinoamericanos “toleraría un gobierno no democrático si resuelve sus problemas”.
El dato no sorprende. El Informe Anual 2020 de Freedom House señala que en las Américas hay 21 países clasificados como libres, y por lo tanto democráticos. Otros 11 son “parcialmente libres” y los que menos tienen libertad y democracia son Cuba, Venezuela y Nicaragua, indica el informe.
También la unidad de investigación de la revista The Economist se ha ocupado del tema, e informa que en 2020, además de las dictaduras consolidadas de Cuba, Venezuela y Nicaragua, había regímenes híbridos en Honduras, El Salvador, Bolivia y Guatemala.
Solo el 6.4 por ciento de la población mundial vive en democracia plena, dice el informe de The Economist. Más de un tercio es gobernada por dictaduras, y en el resto, o sea en la mayor parte del planeta, hay regímenes híbridos.
Regímenes híbridos se les llama en las modernas ciencias políticas a aquellos gobiernos que combinan elementos de la democracia con autoritarismo, tienen instituciones políticas formalmente democráticas, como elecciones regulares, que sirven para solapar la realidad de una dominación autoritaria.
Ante la mala situación de la democracia en América Latina, el embajador del gobierno interino de Venezuela en Canadá, Gilberto Viera- Blanco, escribe en un artículo de opinión publicado en Diario de las Américas, de Miami: “Mientras el foro de Sao Paulo, Cuba y sus alianzas van por la libre, el ascenso chino y ruso, la ideología clientelar, polarizante y populista de Cuba, mina y secuestra el continente. La democracia agoniza en Latinoamérica sin que se avizore un movimiento real de rescate, promoción e impulso de la democracia liberal clásica”.
Pero nada de eso demuestra que la democracia ha fracasado. La democracia no es una persona humana que tiene uso de razón y decide actuar bien o mal. La democracia es un concepto político con el cual se denomina al sistema de gobierno que se basa en el respeto a la libertad y los derechos de las personas, en el Estado de derecho, la justicia equitativa e independiente, elecciones libres y alternabilidad en el poder.
Este sistema político no ha fracasado. Quienes fracasan son las personas elegidas por el pueblo para ejercer el poder público, las que actúan contra los principios y valores de la democracia; personas que con su comportamiento corrupto y su incapacidad de responder a las necesidades de la gente, desacreditan a la democracia.
De eso se aprovecha el populismo autoritario para engañar a la gente. Le promete resolver todos sus problemas, pero no resuelve nada; y encima le arrebata sus libertades a las personas y viola masivamente sus derechos humanos.