Rey Martínez se sintió impotente sobre el cuadrilátero. Miró en primera fila cómo su armamento era congelado hasta casi ser inutilizado por Román González. El mexicano quedó lejos de brindar la presentación esperada, sin embargo, su gran mérito al finalizar los 12 asaltos fue haber sobrevivido, y es que Martínez pasó de querer ser el primer mexicano en noquear al nicaragüense a ser el mexicano al que más golpes le propino en nivel de aciertos. Tras finalizar el combate salió como el Correcaminos del cuadrilátero, aunque se relajó, enfrío sus ideas y habló con el periodismo sobre lo que había ocurrido en el ring frente a un pugilista de 34 años, que parece no tener fecha de caducidad como el tetracampeón nicaragüense.
“Sentí que me faltó mucha condición y un poquito mas de tiempo. Cuatro semanas es poco tiempo, no es un pretexto, Chocolatito es un buen peleador, me estaba ganando en la condición, pero estoy contento y emocionado y ojalá haya revancha”, indicó Martínez a Salvador Rodríguez de ESPN. “Terminé decepcionado porque pensamos que con cuatro semanas traíamos un poco de aire, pero pasó el día de mi cumpleaños, quizá una revancha inmediata no se va a poder pero debemos prepararnos mejor, esto apenas empieza y ojalá se de la revancha”, reiteró el mexicano.
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También Martínez reveló sus planes a corto plazo. “Quiero unificar en mosca con Sunny Edward y luego subirme a las 115 pero, primeramente, Dios, bajaré a unificar. Seguiré preparándome al mil. Mostré coraje, quería tirar golpes, pero me sentía tieso y amarrado. Mis respetos para Román por su campamento. En el octavo y nueve sentía que me faltaban piernas y condiciones. Hasta que no pisáramos la lona no iba a dejar de intentarlo y no sentí mucho la pegada, solo golpes constantes. Quedé con las huellas de la batalla (sobre su rostro)”, concluyó el azteca.