Ayer 15 de marzo de 2022 Radio Corporación de Nicaragua cumplió 57 años. Es una ocasión apropiada para darle el reconocimiento que merece.
Se conoce que la radiodifusión fue inventada en el mundo a fines del siglo XIX, y durante mucho tiempo fue el principal medio de comunicación masiva. Después de que se inventó la televisión, primero, e internet posteriormente, muchos vaticinaron la desaparición de la radio. Pero se equivocaron.
La radio asimiló las nuevas tecnologías y se adaptó a los modernos gustos de la gente. De modo que en la actualidad, la radio sigue siendo una de las herramientas de recepción de noticias y de entretenimiento más importantes para millones de personas en todo el mundo.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), por ejemplo en África la radio llega diariamente al 80-90 por ciento de los hogares. Pero también en los países desarrollados y los de desarrollo medio, “el uso de la radio sigue siendo generalizado”. Muchas personas la escuchan inclusive a través de internet, de sus teléfonos celulares, tabletas y computadoras.
De manera que miles de radioemisoras en el mundo cumplen año todos los días. Y el aniversario de cualquiera de ellas es motivo de celebración solo para sus dueños, trabajadores y personas de su cercanía.
Pero el caso de la Radio Corporación de Nicaragua es especial. La Corporación no es cualquier radioemisora, sino una que además de ser muy popular es también un baluarte de la libertad y del anhelo de democracia en Nicaragua. Por eso su aniversario es un acontecimiento nacional.
En Nicaragua, según escribe la periodista y empresaria radial Miriam Palacio en su libro La radio en Nicaragua: sus protagonistas, la radiodifusión tuvo su primer inicio en el año 1931, cuando un nicaragüense de origen francés, Moisés Lefranc, fundó la Radio Lefranc.
Otras radioemisoras fueron apareciendo poco a poco, cada vez más populares y de más alcance en sus transmisiones. Hasta que en marzo de 1965, los hermanos Fabio y Carlos Gadea Mantilla, asociados con José Castillo Osejo y Julio César Armas (ambos ya fallecidos), fundaron la Radio Corporación.
Desde entonces esta radioemisora ha servido a la empresa privada para anunciar y promover eficazmente sus negocios. Pero sobre todo, la Radio Corporación se erigió en defensora cotidiana del pueblo y en un “faro de la libertad”, como ha dicho don Fabio Gadea Mantilla.
Radio Corporación ha pagado un elevado precio por ser “la radioemisora que habla el lenguaje de su pueblo”, “la señal azul y blanco” como dice en su eslogan; por ser un baluarte de la lucha cívica por la libertad y la democracia republicana en Nicaragua.
La dictadura somocista la clausuró y destruyó cuando la insurrección de 1979. Y la dictadura sandinista, en los años ochenta del siglo pasado, mandó cinco veces a destruir las torres de transmisión y los estudios de la radio.
Pero Radio Corporación, como el ave Fénix siempre renació de sus cenizas y ha cumplido 57 años, hablando el lenguaje de su pueblo, dando voz a quienes no la tienen, denunciando las injusticias, informando con responsabilidad, orientando en medio de la confusión, iluminando como un faro de libertad y de esperanza en una patria y un mundo mejor.