Al presidente imperialista de Rusia, Vladímir Putin, la guerra de agresión contra Ucrania no le está saliendo bien. Mejor dicho, le está resultando mal.
Desde Ucrania llegan las noticias de la exitosa contraofensiva militar ucraniana, que ha desalojado a los invasores de extensos territorios que habían ocupado, cometiendo en ellos crímenes de guerra. Y de Rusia llegan informaciones de las movilizaciones de la población contra la guerra y los reclutamientos forzados, las cuales son violentamente reprimidas por el poder
putinista.
Los fraudulentos referendos para simular aprobación popular a territorios anexados a la brava por Rusia, no revierte el curso —desastroso para Putin— que está siguiendo la guerra de agresión contra Ucrania.
Un hecho de gran significación estratégica es que Putin no podrá chantajear a la Unión Europea, con la suspensión de la venta de gas ruso para que deje de respaldar militarmente a Ucrania.
Carl Bildt lo explica en un artículo titulado Llega el invierno y Putin está fracasando, publicado en Projects Sindicate y replicado por la revista Confidencial. Pero antes de mencionar la información y argumentos de Bildt, debemos decir que este no es cualquier comentarista que dice lo que quiere sin hechos que lo respalden.
Carl Bildt fue primer ministro y ministro de Relaciones Exteriores de Suecia, es miembro de la Real Academia de Ciencias Bélicas, trabaja en investigaciones estratégicas para las Naciones Unidas, es miembro del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, está asociado al European Policy Institute, forma parte del comité editorial de la revista rusa Global Affairs y es miembro del Carnegie Moscow Center, entre otras responsabilidades intelectuales de máximo nivel.
Dice Bildt que “cuando el presidente ruso, Vladímir Putin, lanzó su guerra de agresión contra Ucrania el 24 de febrero, evidentemente esperaba una victoria rápida y sencilla. Al haber dado a entender en sus discursos que Ucrania era una ficción endeble de un país, suponía que estaba llamada al colapso, a pesar de que comprometió casi el 85 % del Ejército en actividad de Rusia para lo que dio en llamar una ´operación especial´”.
Pero Putin se equivocó drásticamente, dice el experto sueco, ante todo porque no contó con la “defensa decidida (de los ucranianos) de su libertad e independencia.”
Otro enorme error de cálculo de Putin, explica el ex primer ministro y excanciller de Suecia, ha sido creer que cortando los suministros de energía a Europa esta dejaría de apoyar a Ucrania. Pero “los europeos no harán eso —asegura Bildt—. Europa ha reducido su dependencia del gas ruso del 40 % al 9 % en el lapso de apenas unos meses, y sus reservas de gas para el invierno ya están completas en el 84 %. Aunque todavía habrá dificultades, no tendrán ningún efecto político decisivo”.
Reflexiona el estratega sueco que “llegado el caso… en Moscú habrá quedado claro que las estrategias tanto militares como políticas han fallado”. Y concluye asegurando que entonces “a todos les resultará evidente que Rusia no puede ganar… que Rusia perderá la guerra que Putin comenzó. En ese momento, Rusia no tendrá más opción que dejar atrás el profundo fracaso estratégico del régimen de Putin”.
La derrota en Ucrania del imperialismo ruso significará una gran victoria histórica del pueblo ucraniano, agregamos nosotros. Y será también el triunfo de la democracia y la libertad sobre las amenazas de las dictaduras y el nuevo imperialismo global que lideran y representan Rusia y China.