El 12 de octubre se conmemora el Descubrimiento de América, ocurrido en 1492 —ahora hace 530 años—, cuando Cristóbal Colón realizó aquella hazaña que cambió la geografía del planeta, la composición de la humanidad y la historia mundial.
Durante mucho tiempo, la efemérides del 12 de octubre se conmemoró en España y las Américas como Día de la Raza o Día de la Hispanidad. El propósito fue siempre honrar la proeza de Cristóbal Colón y regocijarse con la creación del mestizaje, la fusión de la raza aborigen americana con la española.
Pero en los últimos años la significación del 12 de octubre no se reconoce de la misma manera. Ahora hay distintas valoraciones, inclusive antagónicas. Unas enaltecen el descubrimiento de América y sus grandiosas consecuencias, pero otras reniegan de aquel hecho histórico del que solo ven lo negativo y dicen que fue y sigue siendo abominable.
Con la sensibilidad y profundidad intelectual que le caracterizaba, Pablo Antonio Cuadra Cardenal (PAC, 1912-2002), dijo al respecto que “un exceso de pudor histórico —un extremismo en nuestro juicio del pasado, que, como todo extremismo, nos oculta la realidad— ha querido poner fuera de circulación la palabra Descubrimiento al designar el acontecimiento del 12 de octubre de 1492”.
Eso lo dijo PAC en una conferencia que dictó en la Universidad Católica de Santo Domingo, República Dominicana, en 1992, con ocasión de la celebración del V Centenario del Descubrimiento de América. Según PAC, “la hazaña de Colón no solamente inició una serie de descubrimientos paralelos: el descubrimiento de América por España y Europa; el descubrimiento de América por América…” Además, “el descubrimiento de América dio al hombre una conciencia planetaria”, agregó PAC citando al escritor guatemalteco David Vela.
Explicó que “con el descubrimiento de América comienza el desarrollo de las ciencias humanas: etnografía, antropología, arqueología, etcétera; y así la identidad del hombre americano —en la medida en que integraba razas y culturas— se iba formando y o perfilando teniendo como dinámica interior el descubrir constante de sus raíces y de su pasado”. Más todavía, dijo PAC que a los dos descubrimientos de nuestros indígenas —descubrir a Occidente y descubrirse ellos mismos— “se agrega el más importante que fue y es el descubrimiento de Cristo por el indio de América”.
Pablo Antonio Cuadra cita al gran poeta nacional, Rubén Darío, quien en su poema Al rey Oscar dice: “Mientras haya una imposible hazaña/ una América oculta que hallar, vivirá España”. Y complementa PAC que “también mientras haya una España y un Occidente que descubrir, ¡vivirá América!”
El historiador mexicano Enrique Krauze dice que “la historia no es un tribunal y el deber del historiador —sobre todo ante un drama a tal grado remoto— no es juzgar sino ante todo documentar, explicar y comprender”.
Es lo que hizo PAC sin ser profesionalmente un historiador. Él, como el intelectual supremo de Nicaragua que fue, estudió, documentó, comprendió y explicó todo lo que significó el descubrimiento de América, la fusión de las razas y las culturas. Y dejó claro que más allá de las atrocidades que se cometieron durante la conquista, es muy superior la herencia del mestizaje, de la lengua española, de la cultura occidental y la religión cristiana que en suma determinan nuestra identidad hispanoamericana y nacional.