En el fondo de una fosa, en una finca en San Miguel de Naranjo, Alajuela, Costa Rica, fue encontrado este jueves el cadáver de un nicaragüense identificado únicamente por el apellido Sandoval.
El hombre de 34 años fue reportado por su hermano como desaparecido el pasado fin de semana, en una delegación del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
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Para dar con el sitio donde el nicaragüense de apellido Sandoval fue enterrado, la Policía utilizó varios perros y uno de ellos “marcó” el lugar exacto donde estaba enterrado el nicaragüense, en una finca que tiene una extensión de 12 manzanas de tierra.
Crimen narco
De acuerdo con las primeras indagaciones hechas por los detectives del OIJ, el crimen del hombre que vivía en San Ramón, Alajuela, podría estar relacionado con el narcotráfico.
El cadáver que fue extraído de la fosa al atardecer del jueves fue trasladado a la medicatura forense, donde los patólogos van a determinar la causa de su deceso y el tiempo de fallecido.
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El crimen de Sandoval sería el segundo de un nicaragüense en territorio costarricense en el transcurso de una semana. El pasado martes, Rachel Mariana Traña Reyes, de 22 años, hija de una nicaragüense oriunda de Somotillo, Chinandega, fue asesinada de cinco impactos de bala, frente a su hijo de 2 años.
El cadáver de la mujer quedó tirado en el patio de su casa, en la comunidad La Alegría de 28 Millas, Batán, Limón, hasta donde llegó un pistolero y le disparó cinco veces. Uno de los balazos fue en la cabeza.