La Policía informó este lunes que tres de sus miembros fueron asesinados por tres delincuentes la noche del 30 de octubre, en un bar del municipio de Esquipulas, en el departamento de Matagalpa.
Los tres policías eran originarios de municipios del departamento de Matagalpa. De las tres víctimas, la que más tiempo tenía de pertenecer a las filas policiales era la inspectora Ana María Huerta Montenegro, de 39 años, quien tenía casi 22 años de ser policía.
Para tener el grado de inspector los policías tienen que haberse graduado de una carrera universitaria, pero se desconoce cuál carrera estudió Huerta.
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La inspectora tenía un hijo de 18 años, así lo informó en su alocución de todos los mediodías, la vicepresidenta designada Rosario Murillo, quien manifestó que el jefe de la Policía, primer comisionado Francisco Díaz, le llamó a eso de las 11:00 de la noche del domingo para informarle de los tres agentes muertos.
Murillo dijo que los policías fueron recibidos a balazos en “una cantina” y detalló que uno de los autores es “un criminal reconocido, acusado de varios crímenes”.
Ana María Huerta era originaria de Matiguás, pero estaba asignada a la Policía de Esquipulas, aunque Murillo no detalló en qué área. Huerta está siendo velada en su casa en Matiguás y será sepultada este martes.
La noche de este lunes, al igual que sus compañeros, Huerta será ascendida póstumamente desde su casa al grado de teniente. Ella era la oficial con el mayor rango de los tres fallecidos.
Padre de recién nacido
El investigador William Javier Alvarado Tercero, de 30 años, fue otra de las víctimas. El suboficial era originario de La Dalia, también del departamento de Matagalpa y era padre de dos niñas.
Alvarado tenía 5 años y tres meses de haber ingresado a la Policía. Rosario Murillo envió a su familia “abrazos grandes del comandante, mío, de toda la familia”.
El tercer policía asesinado fue el suboficial José Eliseo González Sánchez, de 27 años, quien también tenía 5 años y tres meses de ser policía.
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González era padre de un niño de 7 meses de nacido y era originario de la comunidad La Laguna, en San Ramón, departamento de Matagalpa.
El agente era oficial de información y análisis de la estación de Esquipulas, cumplía un trabajo de escritorio en la delegación.
Después de anunciar que serían ascendidos al grado de tenientes, Rosario Murillo envió su solidaridad y dijo que “estas pérdidas cuesta superarlas, pero estamos juntos y sabemos que los compañeros ofrendaron sus vidas por la patria”.