Una de las principales necesidades de los migrantes es tratar de generar ingresos para subsistir. Los emprendimientos son una alternativa sin lugar a dudas. En Costa Rica se calcula que hay al menos 400 mil nicaragüenses, que aportan en diversos sectores de la economía.
¿Pero cuáles son los requisitos para instalar un negocio propio? Lo primero es estar formalizado, abrir una cuenta en cualquier institución financiera y utilizarla en el negocio, además de inscribirse a las instituciones gubernamentales correspondientes.
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El titular del Ministerio de Economía, Industria y Comercio, de Costa Rica, Francisco Gamboa, indicó a LA PRENSA que en Costa Rica hay oportunidades para que los migrantes desarrollen sus emprendimientos.
“En Costa Rica emprenden muchos nacionales y personas extranjeras, el ser emprendedor obedece a factores desarrollados por cada quien, sin duda alguna hay siempre en los países emprendedores que son nacionales y emprendedores que son extranjeros”, indicó.
Sobre la formalización de los negocios, dijo que “creo que todos salimos ganando con que los emprendimiento y las mipymes sean más formales, por eso hay que facilitar el camino hacia esa formalización”.
Refirió que “más del 95 por ciento del parque empresarial de Costa Rica y posiblemente de muchos de nuestros países está compuesto por micro, pequeñas y medianas empresas, que a su vez tienen como reto importante exportar e internacionalizarse”.
Consideró que es importante que estén transformadas digitalmente, sean más innovadoras, más sostenibles, tengan mejor acceso a financiamiento y crédito, y por supuesto que sean más formales, porque en tanto más emprendimientos sean formales ganamos todos”.
El respaldo financiero
Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas de BAC Credomatic, explicó que en la experiencia de la entidad ha mostrado que los emprendedores para seguir creciendo necesitan crédito, muchas veces para inversión, como la compra de mercadería o maquinaria.
“Pero estar bancarizados, verificar esas transacciones es muy importante y en el mercado hay muchas opciones para bancarizarse y ahora no necesariamente se requiere tener garantía, que era un impedimento”, agrega.
Explicó que ahora hay programas de crédito de fácil acceso que se basan en los flujos de las cuentas de los emprendimientos y con eso se inicia el proceso para la aprobación para que puedan empezar a crecer.
“Bancarizarse es un proceso sencillo, pero cuesta que lo hagan desde que inician los emprendimientos”, refirió.
Dijo que la entidad que representa requiere actualmente que la pyme tenga al menos dos años de operar, “que presente los flujos financieros con cualquier entidad que la haya tenido, que pueden ser estados de cuenta, flujos de caja hechos por un contador”.
Sin embargo, dijo que trabajan actualmente en un proyecto piloto para reducir los tiempos de este requisito, “se llama BAC Impulsa, dirigido a las microempresas que tengan seis meses de operar, para apoyarlas desde temprana edad”.
Y para el próximo año esperan desarrollar un programa de emprendimientos puros, “nos hemos dado cuenta que tenemos emprendedores que no están identificados como pymes y que utilizan un crédito personal para emprender su negocio”.
Con ello pretenden darles condiciones financieras específicas para pymes, “para potenciarlos más”, apuntó.
Importancia en números
En Costa Rica hay unas 130 mil empresas, el 97 por ciento, alrededor de 126,100 son consideradas pyme, según datos oficiales.
BAC Credomatic, una de nueve entidades bancarias privadas, tiene 82 mil clientes pyme en el 98 por ciento del país, refirió Moreno y en general cuenta con más de 1.4 millones de clientes, con el primer lugar en activos.
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Otros requisitos para emprender en Costa Rica es inscribirse en el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), en la Caja Costarricense del Seguro Social y el Ministerio de Hacienda.
Las recomendaciones a tomar en cuenta
Martín Quirós, consultor internacional especialista en pequeñas y medianas empresas (pyme), considera que no se necesita tener una gran idea para iniciar un emprendimiento, puede ser algo que ya está en el mercado, pero sí recomendó que se debe generar un flujo de caja, es decir obtener ingresos.
“Compramos 10 artículos, los vendemos a buen precio y luego vamos con 15, es ir de a poquito”, agrega.
También consideró que los emprendedores no siempre requieren de financiamiento, “no es cierto que necesitan capital para iniciar, en la mayoría de los casos que conozco de empresas consolidadas, cuando hablás con los fundadores de las empresas, no tuvieron financiación al inicio, a veces la financiación está en el propio proveedor”.
Quirós, de origen argentino, es categórico al señalar que “no hay que ver barreras donde en realidad no están”, a la vez que valoró que todas las actividades tienen potencial para desarrollarse como emprendimiento.
“En todas las actividades hay oportunidades, seguramente en algunas más que en otras, lo que sí debe estar siempre la capacidad de resiliencia, que se valoren a sí mismos y que cuando ya empleen a gente, que entiendan que ellos son el principal capital de la empresa, siendo líderes”.
Dijo que el emprendedor debe “enamorarse” del producto o servicio al que se va a dedicar, pero no ciegamente, “una cosa es que le sumemos al producto o servicio algo que lo hacen mejor, pero si estás empezando y estás invirtiendo más en el logo, el diseño y le preguntás a quién se lo va a vender, cómo se lo van a pagar, ahí tenés un problema”.
Lo prioritario, según Quirós, es conocer lo que el cliente valora y que el cliente empiece a pagar por eso.
Ojo con la rentabilidad
El especialista dijo que hay que enfocarse en la rentabilidad, que el negocio sea rentable, sobre todo en este contexto recesivo de las economías, “hay que bajar la velocidad para recuperar la rentabilidad que no significa tener más facturación, a veces se comete el error de agregar más productos a la venta que no llegan a garantizar un margen de ganancia necesario”.
Además propone simplificar los procesos a lo interno de los emprendimientos y gestionar (medirlos) con varios indicadores, uno de ellos es a través de la contabilidad.
¿Es la inflación una amenaza? Para Quirós más bien debería verse como una oportunidad corregir los márgenes de utilidades, descontinuar productos que no son rentables, bajar los costos fijos, fidelizar a los clientes y tener un contacto más cercano con los colaboradores.
Atentos a las expectativas
Por su parte, Sofía Contreras, especialista y asesora en emprendimientos tecnológicos, enfatizó en tener como prioridad las expectativas, tanto del emprendedor como de los clientes.
“Hay que fiscalizar el mercado, hacerle el análisis”, señaló.
¿Pero cómo hacerlo? Contreras sugirió que una buena fuente son los clientes actuales de los propios emprendimientos, pero también hay otras alternativas: “Analizar a la competencia, a sus clientes, ver las tendencias, revisar las redes sociales, los blogs, investigaciones de mercado que están en internet”.
También planteó que un negocio no debe enfocarse en más de tres segmentos de clientes, “ningún producto le va a gustar a todo el mundo, ni lo va a buscar todo el mundo”, es decir que hay que definir el perfil específico para quienes se dirigirá el emprendimiento.
Además, recordar que “los clientes compararán siempre con la mejor experiencia que tuvieron en general”, por ello los negocios deben garantizar que la experiencia con la que se encuentran los clientes en los emprendimientos “se encuentra o superará sus expectativas”.
Es por ello que insistió en que el pequeño o mediano empresario debe conocer sí o sí cuáles son las expectativas de los clientes, cómo está llevando la experiencia en todo el recorrido, desde que se ofrece o presenta el producto hasta que lo recomienda.
Hizo énfasis en resolverle con eficacia los reclamos a los clientes porque “el cliente se frustra más que no le den solución a sus reclamos en comparación al defecto o error que se encontró”.
Por tal razón hay siempre hay que tratar de darle a los clientes lo que Contreras define como “el momento wow”, definido como los instantes en que se consigue sorprender de manera positiva al cliente, a través de servicios, ofertas o productos novedosos.
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También comparte con Quirós, mantener la resiliencia (fortaleza y entereza ante las situaciones adversas) y definirse una ecuación: creo, lanzo y aprendo.
En otras palabras, crear el emprendimiento, lanzarlo, verificar si funciona y de esos resultados lograr el aprendizaje para crecer o tomar decisiones.
“El emprendedor es un atleta de alto rendimiento en la toma de decisiones”, concluyó.
Los especialistas formaron parte de los expositores de la décima edición del Seminario Pymes, organizado por BAC Credomatic.