Fátima Arellano
Maquillar es todo un arte, donde la musa es la mujer. No todas tenemos las mismas características, y he ahí lo hermoso. Blancas, morenas, altas, bajas, de rostro ovalado, alargado, redondo o cuadrado. Todas somos únicas, y nuestros ojos no son la excepción.
La forma de ellos se suele clasificar de diversas maneras, pero las principales son dos: pequeños y grandes. En los ojos pequeños, los redondos, rasgados y hundidos comparten casi las mismas características. En los grandes, los semejantes son los saltones. Los ojos juntos o separados pueden ser pequeños o grandes. Lo que determina su forma son las cejas y qué tan ancho o unido sea el tabique nasal.
Seguramente, ya te estarás preguntando qué tipo de ojos tienes y haces bien, ya que es muy importante para que logres un maquillaje maravilloso. Pero he aquí la excelente noticia: pequeño o grande, te enseñaremos a obtener la forma perfecta. Así es, a que tus ojos sean almendrados.
Para ello, hemos consultado a Néstor Vanegas Ávalos, propietario de Conceptos Néstor Vanegas, ubicado en Altamira. Con sus tips, te aseguramos que lograrás que tus ojos sean la luz de tu rostro.
Lo primero que Néstor indica es aplicar corrector de ojeras. Este tiene que ser un poco más claro que el tono de tu piel (uno más claro, no dos o tres veces más claro). Lo siguiente es aplicar la base, la que tenga el tono más parecido y uniforme a la de tu rostro. Posteriormente, aplica polvo suelto para sellar el maquillaje.
Ahora sí, podemos maquillar los ojos.
Marcar ángulos
El primer paso y el más importante es dibujar tus cejas para obtener un arco idóneo y también para saber cómo depilarlas. Según Néstor, la mayoría de las mujeres comenten el error de maquillar primero los ojos y dejar las cejas en último lugar, por eso al vernos, se nota un maquillaje impreciso y mal logrado.
“Para dibujar las cejas hay que marcar tres ángulos. El primero hay que marcarlo un poco antes del ángulo final de la nariz, en dirección a la ceja. Ahí coloca un poquito de maquillaje para que sirva como referencia, haya o no pelitos. El segundo lo trazamos en forma diagonal, desde el ángulo final de la nariz hasta la ceja. El tercero inicia justo donde termina el iris. Con estas tres líneas, ahora sí procedemos a rellenar las cejas con un glamour de cejas, un polvo que viene en tres o cuatro tonos. No es recomendable maquillarlas con lápiz”, explica Néstor.
Delinear
Una vez que hayas maquillado tus cejas, continuamos con el siguiente paso: delinear.
Si tu ojo es pequeño, Néstor sugiere que apliques tonos como azul velvet, violetas y marrones. Nunca negro. Como el efecto que se desea lograr es ampliar, los tonos negros no son recomendables.
Aplica el delineador que hayas elegido dentro de la gama de colores sugeridos y aplícalo desde la mitad del ojo hacia afuera. No marques todo el ojo, porque esto solo hará que se vea más pequeño.
Lo recomendable es delinear con polvo o sombra sobre la línea de las pestañas, pero si has optado por lápiz, asegúrate que este incluya difuminador para que logres un efecto más natural, o bien lo puedes bloquear con sombra mate, para que no se corra. En la otra parte, puedes aplicar un tono más claro para obtener un efecto de amplitud.
Si tu ojo es grande, hay que procurar reducirlo un poco, y el color negro es el ideal. Marca toda la forma de tu ojo y con las sombras crea mayor profundidad y contraste. Maquilla según tu estilo y personalidad. Casi todos los colores favorecen.
Sombras
Como ya dibujamos las cejas y delineamos, maquillar los ojos para crear la forma de una almendra resulta más sencillo. Sigue la forma de tus cejas. Aplica primero un tono claro para difuminar la parte de abajo de la ceja. Luego, aplica una sombra color mate o natural en el párpado móvil y luego tonos más oscuros, como bronces, marrones o cobrizos arriba del párpado móvil, de preferencia de la mitad hacia afuera. Si deseas un efecto más profundo y si tu ojo es grande, puedes maquillar todo el ojo en ese mismo tono.
La máscara de pestañas también hay que aplicarla. Elige tonos marrones u oscuros para crear un efecto natural o muy profundo y dramático, que suele quedar espectacular.
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