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Archivo personal:   Edad: 39 años. Lugar de nacimiento: Managua. Estado civil: casada. Estudió licenciatura en Derecho.

“Perseverar, insistir y nunca desistir”

El sueño de tener un negocio propio se hizo realidad bajo el nombre de Frutanga, una tienda de batidos que casi dos años después de su apertura cuenta con cuatro sucursales incluyendo la principal ubicada en Veracruz. Para Carolina Ramírez la clave del éxito de sus batidos naturales ha sido la perseverancia y el brindarle a las personas la oportunidad de probar nuevas combinaciones de frutas. Considera que en un negocio nada es fácil, pero siempre se puede aprender

Geraldina González C.

¿Cómo surgió la idea de crear Frutanga?

La idea ya tiene dos años de haberse empezado a madurar. Un amigo de mi esposo nos comentó de una franquicia costarricense de batidos y de ahí surgió la idea, nos gustó el sistema que tenían y decidimos adoptar un modelo parecido. Empezamos con un pequeño espacio en el colegio donde estaba mi hijo. Ahí empezamos a hacer las pruebas con los muchachitos y después nos cruzamos oficialmente a nuestro primer local aquí en Veracruz; de eso ya hace casi año y ocho meses. En febrero cumpliremos dos años con el proyecto. Fue curioso porque no sabía nada de batidos ni de frutas, pero era una experiencia nueva y como a mi esposo y a mí nos gusta cocinar decidimos tomar el riesgo.

¿Cuántas sucursales tienen?

Tenemos cuatro sucursales: dos privadas, en un colegio y en el call center Accedo Technologies; la tercera en Total Gym, que es abierta al público pero estamos dentro del gimnasio, y la principal ubicada en Veracruz, que funciona como centro de distribución, aquí acopiamos productos y después los distribuimos. Con el apoyo que nosotros empezamos a tener con Technoserve hicimos un plan de crecimiento porque toda empresa quiere crecer, no de forma desordenada como de alguna manera habíamos empezado, pero sí el proyecto estuvo y con ellos pudimos consolidarlo. En enero deseamos tener dos puntos más. Todavía no hemos definido dónde, pero estamos en eso.

Después de dos años de tener el negocio ¿ha cumplido con sus expectativas?

Sí, yo creo que más que eso. Cuando empezamos creíamos que al año podríamos expandirnos, pero las otras aperturas han sido espontáneas y casi sin buscarlas. La gente ha venido a pedir que seamos proveedores porque les gusta el producto. Tratamos de estar siempre en constante dinamismo, no solo atender aquí sino buscar cómo la gente nos conozca. En realidad, creo que hemos superado las expectativas.

¿Cuál fue la mayor dificultad para ver el sueño concretado?

Tal vez la parte más difícil ha sido la económica. Nosotros hemos crecido con nuestros propios recursos. Mi esposo con sus proyectos ha metido dinero en el negocio. La parte de la planificación también, porque no teníamos una persona que nos revisara las ventas, ni la parte y financiera que es el eje de un negocio, porque si estás vendiendo mal o comprando mal algo va a salir mal. En esa parte hemos sido privilegiados, desde el año pasado que fuimos escogidos por Technoserve empezamos a darnos cuenta de un montón de cosas que hacíamos al instinto. Fue un reto que teníamos que asumir y que teníamos que vencer. En este tipo de negocios hay que perseverar, insistir y nunca desistir, ese es el lema.

¿Qué ha sido lo más gratificante?

Lo primero ha sido tener un montón de gente bajo nuestra responsabilidad, mujeres sobre todo que se sienten útiles. Pienso que uno da esa vida nueva, un giro. Y lo otro, el aporte nutricional. Nosotros hemos visto que ha cambiado su vida, incluso en nosotros mismos. La parte del pre y del pos, porque al final el pre es lo que nosotros somos detrás de ese mostrador y el pos que es lo que la gente se lleva.

¿Planes personales?

Por el momento, trabajar (risas). Pienso terminar la parte de la asesoría porque nosotros estamos en constante estudio, un negocio requiere de mucha dedicación, hay que aprender. Ojalá pudiera estudiar contabilidad que me encanta o administración para poderla aplicar en el negocio. La idea es crecer como empresa, pero en la parte personal uno siente satisfacción de ver que el bebé empezó a caminar y se te hace grande, se te hizo un hombre y que se graduó. Este negocio ha sido como nuestro bebé y de la mano queremos crecer con él, y si hay oportunidades de estudio ¡enhorabuena! Nos toca aprender, porque en este camino no hay nada que esté quieto.

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