Dra. María Luz André
Médico nutricionista
Siempre que llega la Navidad sentimos que tenemos permiso para excedernos y comer y beber más de lo normal. Aunque la tentación abunde, si queremos conservar la línea en diciembre no tenemos que irnos a extremos, pero sí ser cuidadosos de no cometer excesos, tanto en las comidas como en bebidas.
En el caso de la comida, es bueno tomar abundante agua para no confundir sed con apetito y animarse a probar un poco de todo, pero en porciones pequeñas. Muchas veces visitamos a nuestros familiares antes de ir a la cena de Navidad y picamos en cada casa a la que vamos. Es mejor tomar esto con moderación.
Hay algunas recetas que puedes hacer con menos calorías sin sacrificar mucho sabor. Por ejemplo, prefiere el pan integral al blanco, evita la mayonesa y sustituye por aceite de oliva. También evita los quesos grasos y duros y prefiere el quesillo o mozzarella en este mes; pasa de las salsas de mantequilla y no te desboques con los rellenos de las aves. Una porción generosa de ensalada puede hacer que ingieras menos de otros platos más calóricos.
HIDRATACIÓN CONTINUA
En cuanto a la bebida, sé generoso con el hielo en tus tragos y prefiere aquellos que sean con aguas o jugos naturales a los que lleven bebidas azucaradas. Toma los licores y ponches en vaso de shot, con pequeños sorbos, y si comes con vino, ten una copa de agua también a la mano para hidratarte y saciar tu sed, limpiando tu paladar y disfrutando del sabor poco a poco.
Un tip es llevarte tu pasta de dientes y el cepillo. Cepillar los dientes ayuda a quitarnos el apetito, pruébalo.
PEQUEÑAS DELICIAS
Los dulces, irresistibles y por doquier, disfrútalos como postre o merienda, pero no te sientes a ver televisión con una sopa borracha o una torta de chocolate en las piernas; tampoco piques postre a lo largo de todo el día. De hecho, ten en casa presentaciones pequeñas como minitortas, galletas en porciones chiquitas y en general, delicias que te inviten a un delicioso bocado y ya.
Recuerda que una rutina de ejercicios también es amiga de una figura bien cuidada, y que nadie te obliga a cruzar los límites que tú mismo te marques en la mesa. No te niegues el disfrute de la gastronomía navideña, pero date también la satisfacción de llegar a enero con la misma talla.
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