Geraldina González C.
La llegada de la menopausia para muchas mujeres podría representar el principio del fin. Cambios hormonales, físicos e incluso psicológicos se convierten en protagonistas del día a día, y forman parte de ese proceso natural que la mujer enfrenta entre los 45 y 65 años. Descuidar la dieta y llevar una vida sedentaria podrían sumar riesgos a esta etapa.
De acuerdo con la doctora Greta Solís, vicepresidenta de la Asociación Nicaragüense de Climaterio y Menopausia, la menopausia es la fecha de la última menstruación que se produce en la mujer, la cual está dentro del climaterio, etapa de transición de la vida reproductiva a la no reproductiva.
Con la etapa de climaterio y la llegada de la menopausia, la mujer está expuesta a enfermedades como el cáncer de colon, hipertensión arterial, osteoporosis, diabetes e incluso a sufrir infartos. A esto se suma el riesgo tres veces aumentado de padecer cáncer de mama al cumplir 50 años.
La especialista señala que durante la menopausia también se generan síntomas propios de la etapa, que se clasifican en vasomotores, psicológicos y sexuales.
“Los principales síntomas son calores, bochornos, sudoraciones nocturnas, disminución de los deseos sexuales, dolor durante las relaciones sexuales, resequedad de la piel, aparición de arrugas finas, resequedad de la vagina, disminución de la calidad del orgasmo, entre otros”, detalla la doctora Solís.
Agrega que es importante que la mujer conozca los cambios que se suscitan durante esta etapa y procure mejorar su calidad de vida llevando una dieta rica en calcio y baja en grasas, realizando ejercicio físico, tomando mucha agua y consumiendo frutas y vegetales para contrarrestar los padecimientos provocados por esta etapa de transición.
Otras complicaciones
Durante esta etapa completamente natural, la doctora recomienda evitar la obesidad, la hipertensión arterial y la diabetes, así como conocer todo el proceso de transición de la menopausia a la tercera edad porque “las mujeres también debemos estar preparadas para todas las etapas que nos toca vivir”.
Sumado a los síntomas físicos y las posibles enfermedades, los cambios psicológicos como depresión, tristeza, ganas de llorar, cansancio, fatiga y baja autoestima pueden alterar la vida de la mujer.
“Cuando llega la transición a la vida no reproductiva, la mujer cree que ya se terminó todo porque ya no puede quedar embarazada, se mira con arrugas, con grasa abdominal que suele surgir en este periodo y se deprime”. Por tal razón, sugiere la especialista, es recomendable que la mujer emplee parte de su tiempo a actividades que permitan quitar la sensación de inutilidad, como practicar ejercicios, realizar actividades recreativas y tener una saludable alimentación que le permita estar saludable.
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