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Las copas para vino varían según la bebida a degustar. En la fotografía de izquierda a derecha: Copa Tupilán para vino tinto Merlot; Goblet aromatic, también para vino tinto; copa para vino blanco o rosado y copa general para vino tinto.

A brindar con fineza y buen gusto

Combinar la decoración de la mesa y la exclusividad de la vajilla con copas de cristal da realce a una cena especial, sobre todo cuando se elige la copa ideal para el tipo de bebida seleccionada.

Geraldina González C.

Combinar la decoración de la mesa y la exclusividad de la vajilla con copas de cristal da realce a una cena especial, sobre todo cuando se elige la copa ideal para el tipo de bebida seleccionada.

Y es que cuando de copas se trata la variedad es amplia, tanto en estilo como en función.

Matilde Vargas, de Casa Cristal, recomienda elegir la copa en dependencia de lo que se quiera obtener de la bebida.

“Catar un vino es sentir su aroma y sabor. La copa se elige dependiendo de lo que se quiera sentir del vino, ya sea el sabor o el aroma, por eso hay una copa diseñada para cada tipo de bebidas”, explica Vargas.

Las copas se diferencian por su altura y amplitud de boca, la que varía según el vino que se degustará.

En el caso de la copa para vino blanco, por ejemplo, Vargas comparte que esta debe tener una base amplia y una boca un poco abierta, para que se pueda extender el aroma y disfrutar el sabor del vino.

De acuerdo con Vargas, para vino tinto Merlot y también los vinos blancos jóvenes que conservan un toque bastante cítrico, la copa Tulipán es la ideal, cuya función es “encerrar el aroma, lo que hace que el vino no se sienta tan ácido”.

El vino tinto debe ser servido a temperatura ambiente para no alterar su sabor. La copa general para este tipo de vino debe ser alta para evitar calentarlo con el contacto manual, y con la boca mucho más amplia para permitir la oxigenación del vino.

Caso contrario es la copa para Champagne, también utilizada para vino espumoso blanco. “Se trata de una copa alargada para evitar que la espuma se salga”, explica Vargas.

Para uso diario

Matilde Vargas expone que para el día a día es recomendable utilizar la copa para agua, y en caso de quienes gusten acompañar sus comidas con vino, incluir una copa para vino tinto.

“Si se trata de una cena elegante, se recomienda utilizar las dos copas (para agua y para vino). Si se sirve carne blanca por lo general se ocupa vino blanco, y si es carne roja se toma vino tinto”, enfatiza Vargas.

Agrega que la bebida debe cubrir un cuarto de la copa. En caso de que se desee tomar un poco más, puede llegar a cubrir la mitad, concluye Vargas.

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