DRA. MARÍA LUZ ANDRÉ
MÉDICO NUTRICIONISTA-CLÍNICO
Para que los alimentos sean digeridos completamente, no dejen ningún residuo tóxico y no interfieran con los procesos metabólicos, cada enzima y jugo digestivo debe ser segregado en la cantidad adecuada y en el momento preciso y la pared intestinal debe encontrarse en un buen estado de salud.
Si esto no es así, se produce una mala digestión o una mala absorción de los alimentos, lo que puede estar relacionado con una infinidad de problemas de salud, ya que no solo somos lo que comemos, sino que también somos lo que absorbemos de nuestra dieta.
El proceso digestivo debe ser rápido para obtener el máximo valor nutritivo de los alimentos que consumimos. Si la digestión es lenta, los alimentos no digeridos pueden fermentar en el tracto digestivo, lo que produce malestar y una ineficiente absorción de los nutrientes. Los síntomas más comunes son ardor, dolor en el centro del pecho, pesadez de estómago, sabor ácido en la boca, eructos, náuseas y sensación de que la comida viene a la boca (reflujo).
Causas de mala digestión:
Masticar mal, comer demasiado, beber grandes cantidades de líquido con las comidas, comer tarde, estrés y escasez de ácido estomacal o de secreción de enzima digestiva.
La absorción de nutrientes una vez digeridos depende de la salud de las mucosas, flora intestinal y de la eliminación del material de desecho.
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