Carla Fjeld, PHD en Nutrición Humana
Hoy la segunda columna es sobre la diabetes y prediabetes. Habitualmente consumimos azúcar sana de origen natural, como en frutas, pero el problema surge cuando consumimos mucha más azúcar añadido en los alimentos procesados.
Las investigaciones indican que una dieta alta en azúcar agregada reduce la producción de una sustancia química cerebral que se necesita para formar nuevos recuerdos, aprender y recordar. Dicho factor se llama “factor neurotrófico derivado del cerebro” (FNDC). Al consumir crónicamente azúcar añadido reduce el FNDC, y los niveles bajos de la sustancia empiezan a contribuir a la resistencia a la insulina, lo que conduce a la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico, que finalmente conduce a una serie de otros problemas de salud.
Cuando esto sucede, el cerebro y el cuerpo están en un ciclo destructivo que es difícil, por no decir imposible de revertir. Las investigaciones también han vinculado los niveles bajos de FNDC a la depresión y la demencia.
Más investigación se está llevando a cabo sobre este tema, pero lo que parece claro es que un nivel reducido de FNDC es una mala noticia y el consumo crónico de azúcar añadido a comidas procesadas es uno de los peores culpables.
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