Geraldina González C.
El ciclo de vida reproductiva de la mujer llega a su término generalmente entre los 45 y 50 años. A la fecha en que se presenta la última menstruación se le conoce como menopausia. Previo a esta fecha ocurre todo un proceso entre la vida reproductiva y no reproductiva de la mujer, conocido como climaterio, que es cuando suelen presentarse algunas complicaciones derivadas de esta deficiencia hormonal.
Para la ginecóloga Greta Solís, del Instituto de Climaterio y Menopausia y especialista en el tema, durante esta etapa es común que la mujer empiece a padecer calores, bochornos, palpitaciones, dolores óseos, resequedad vaginal y en la piel.
A nivel emocional, está más vulnerable a la tristeza, llanto fácil, depresión, cambios de humor, irritabilidad e insomnio. Puede presentarse disminución de los deseos sexuales, molestias al momento de la relación sexual como dolor y ardor y vaginitis atrófica; es decir, infecciones vaginales que le pueden conducir a infecciones de las vías urinarias.
Enfermedades más frecuentes
Sumando a esta lista de sintomatología, durante el climaterio la mujer está expuesta a padecer diversas enfermedades producto de este movimiento hormonal.
De acuerdo con Solís, durante este periodo suele presentarse con frecuencia la osteoporosis, que se trata de una enfermedad generalizada del esqueleto en la que hay una susceptibilidad a sufrir fracturas.
“Cuando el estrógeno sale del cuerpo de la mujer o su producción disminuye, se produce una eliminación excesiva de calcio. Por eso no hay un balance entre el calcio que se está yendo y el que se ingiere o ya está en el esqueleto. Esto se traduce en osteoporosis”, explica la ginecóloga.
Asimismo, puede presentarse osteopenia, etapa previa a la osteoporosis en donde se empieza a padecer debilitamiento óseo, que puede ser leve, moderado o severo.
La hipertensión arterial y la diabetes también forman parte del abanico de complicaciones propias de la etapa de climaterio, las que pueden prevenirse con una alimentación balanceada evitando azúcares e irritables como condimentos y ejercicio físico.
Una de las manifestaciones más recientes, según Solís, es la conocida como síndrome metabólico, en el cual la mujer presenta dislipidemia, que no es más que un aumento del nivel de colesterol y triglicéridos, aumento de la grasa central alojada en el abdomen, oscurecimiento del cuello y entrepierna, conocido como acantosis nigricans, hipertensión y diabetes. “Con solo tres parámetros presentes ya se puede hablar de síndrome metabólico”, afirma la especialista.
Consecuencias emocionales
Al llegar la menopausia es posible que a la mujer la invada un sentimiento de inutilidad, fomentado por diversos factores físicos y emocionales, así como el llamado síndrome del nido vacío, que consiste en una ansiedad que sufre la mujer al ver que los hijos se van de la casa, lo que puede desencadenar una depresión.
Lo más recomendable, según la doctora Solís, sería llenar el tiempo, involucrándose por ejemplo en actividades que apoyan causas sociales, practicar algún deporte, ir al gimnasio y divertirse.
Durante esta etapa es recomendable que la mujer tenga una vida sexual activa, pues la especialista señala que es la mejor etapa para que la mujer disfrute al máximo de su pareja.
“Ambos tienen experiencia y ya no tienen responsabilidades con los hijos, por eso es la etapa de mayor disfrute de la sexualidad con la pareja. El comienzo de una nueva etapa de la vida, no el comienzo del final”, exhorta la ginecóloga.
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