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Mi pareja, mi compañero

Compartir muchas horas del día con otras personas en el mismo ámbito laboral facilita que se creen relaciones de amistad y de parejas. Por eso no es raro que en un centro de trabajo surjan noviazgos y posteriormente matrimonios.

ELBA CRISTINA PARRALES

Compartir muchas horas del día con otras personas en el mismo ámbito laboral facilita que se creen relaciones de amistad y de parejas. Por eso no es raro que en un centro de trabajo surjan noviazgos y posteriormente matrimonios.

Levantarse y alistarse para ir al mismo lugar de trabajo, ejecutar las labores y pasar juntos hasta el tiempo libre, como la hora de almuerzo, y luego regresar a casa, podría significar un gran reto si de mantener la emoción y el amor de pareja se trata.

Para algunas personas puede ser agobiante, pero para otras, pasar todo el día con el ser amado es algo que los llena de satisfacción. La clave, afirma el médico psiquiatra Luis Alfonso Molina, está en que la pareja tenga una relación de interdependencia saludable, sin dejar de tener espacios individuales para no caer en el aburrimiento.

Él, además, afirma que es un mito que el amor se acaba cuando las personas comparten tiempo tanto en la casa como en el trabajo.

Para Carlos y Tania —una pareja que lleva tres años de casados y cinco trabajando juntos—, compartir tiempo en el hogar y en el trabajo tiene ventajas y desventajas.

A pesar de que ya no hay el elemento sorpresa de arreglarse para que la pareja la vea, o que la cena favorita esté servida cuando uno de los dos llega del trabajo, Tania afirma que intentan preparar otras cosas especiales durante el día para que siempre haya motivación y no se acabe el deseo de verse aún estando juntos todo el tiempo.

Carlos, por su parte, confiesa que de vez en cuando sale solo con sus amistades para no perder su espacio individual y así “no caer en el aburrimiento emocional del que todos me advierten”, cuenta.

En la mayoría de trabajos es prohibido que existan relaciones matrimoniales. Carlos y Tania intentaron mantenerlo oculto por algún tiempo para evitar problemas, pero la noticia de que se habían casado llegó hasta los superiores. No hubo reprensión, pero sí una advertencia de evitar distracciones y exponerse ante los demás trabajadores con muestras de cariño. También les aconsejaron tomar distancia si en un dado caso, uno de los dos presentaba algún problema, puesto que no es conveniente para el centro laboral.

“Cuando uno de los dos tiene algún conflicto laboral es importante que exista neutralidad. La pareja tiene que aprender a separar los asuntos del trabajo e involucrarse de una manera solidaria, no paternal o maternal, sino siendo objetivos para no perder la perspectiva en la que se trabaja, con límites en el trabajo y apoyo en la casa”, aconseja Molina.

ESPACIOS DE PODER

Si bien la convivencia es la prueba más difícil por la que pasan todas las parejas, el tema monetario es uno de los principales y el que muchas veces rige el poder de uno de los dos.

En nuestro país es poco probable que existan problemas en la relación cuando es el hombre quien tiene mejor puesto y mayor adquisición económica.

“Socialmente es aceptado que sea el hombre quien tenga un puesto más alto que la mujer. Cuando es lo contrario, el hombre ejerce presión dentro del hogar, critica y ataca porque generalmente se puede sentir frustrado. Hay quienes incluso obligan a sus esposas a renunciar para que atienda el hogar. Aunque no es en todos los casos, el hombre machista no acepta y se avergüenza de sí mismo, por lo que genera problemas en la relación”, explica el médico psiquiatra.

Los espacios de poder en el centro laboral están bien establecidos, pero en la casa, los roles son intercambiables. Se necesita mucha inteligencia emocional para que un conflicto no contamine la relación de pareja, sobre todo cuando se trata de puestos o salarios más altos de uno de los dos.

De acuerdo con la psicóloga Ledia Gutiérrez, como culturalmente no es típico que la mujer tenga un mejor puesto y salario, cuando lo tiene el hombre crea resistencia y no hay resultados satisfactorios.

“Hay un machismo muy incrustado en la mente de la población y no es fácil llevar las desigualdades. Es lógico que no debería de ser así, pero las experiencias han sido costosas, los celos son naturales y si convivimos en una situación de desiguales, pues tendremos mayores problemas. Generalmente esto desemboca en separación o divorcio”, afirma Gutiérrez.

VENTAJAS VS. DESVENTAJAS

Trabajar con la pareja no es una buena decisión, recomienda la especialista Gutiérrez, porque se corre el riesgo de perder la emoción de querer estar juntos por mucho tiempo. Además, porque como se ha explicado anteriormente, es común que se generen conflictos cuando hay relaciones de jerarquía, poder y autoridad.

Sin embargo, existen ventajas y desventajas, lo cual estará en dependencia del tipo de parejas que sean, pues si se trata de una relación madura y estable, las desventajas simplemente dejarán de serlo.

Hablemos de las desventajas. Gutiérrez afirma que los temas de conversación pueden limitarse a conflictos laborales que se abordan en el hogar, lo cual crea un ambiente hostil.

Además, si la pareja no sabe delimitar su posición en el trabajo, se expone a comentarios de los demás trabajadores y genera distracción en el centro laboral, lo cual tampoco es conveniente para la empresa. Y si uno de los dos es jefe del otro, puede que se crea que está en el puesto por afinidad sentimental y no por capacidad laboral.

En el caso de que ambos emprendan un negocio juntos, el médico psiquiatra Luis Alfonso Molina recomienda definir roles y aportar la misma cantidad de dinero para que no exista una jerarquía por encima del otro y la autoridad sea lineal.

Y de igual manera, es esencial respetar espacios y tiempos de cada uno, sin agobiarse y con ciertos límites.

Hay parejas muy operativas, que cuando trabajan juntas son compatibles y saben resolver de manera efectiva las diferencias, esto puede ser una ventaja para ambos.

Molina afirma que cuando la pareja trabaja junta, se puede conocer otras dimensiones, como su personalidad y rol como trabajador. Esto se considera una ventaja porque permite crear un vínculo de admiración y se entiende mejor a la persona con la que conviven.

En el caso de Carlos, él considera una ventaja trabajar con su esposa por economía y seguridad, porque los dos comparten el mismo vehículo y permite que se acompañen.

Nosotras matrimonio trabajo

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