DRA. MARÍA LUZ ANDRÉ
MÉDICONUTRICIONISTACLÍNICO
Cuando queremos hacer dieta, siempre pensamos en restricciones, hambre, mal humor Engordar se ha vuelto una epidemia y entre los problemas relacionados con esta hay una serie de malas interpretaciones y conceptos equivocados sobre los alimentos y su capacidad de hacernos aumentar de peso.
La publicidad no ha ayudado a aclarar las cosas. Existe la creencia errónea que los hidratos de carbono engordan. Su valor calórico es de cuatro kilocalorías por gramo, como el de las proteínas, mientras que el de las grasas es de nueve kilocalorías por gramo. A igualdad de peso, las grasas aportan más calorías.
Lo que aumenta las calorías del carbohidrato es el acompañamiento (mantequilla, embutidos, bacón, quesos, etc.), la mayoría son alimentos ricos en grasas.
La fruta aporta las mismas calorías antes o después de las comidas. Si se toma antes produce saciedad, ya que contiene fibra. El orden en que se ingieren los alimentos no influye en el total de calorías diarias, aunque sí puede afectar a la digestión de los mismos.
El agua no aporta energía. No engorda aunque se tome antes, durante o después de las comidas. Prácticamente todos los alimentos son una mezcla de hidratos de carbono, proteínas y grasas, por lo que no resulta lógico separar unos alimentos de otros cuando su propia composición es una mezcla compleja.
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