Fátima Arellano
Desde el mes de enero, Nicaragua le dio una calurosa bienvenida a la doctora en Historia del Arte, Inmaculada Ballesteros, quien se declara completamente apasionada del arte contemporáneo.
Gusta de las nuevas propuestas, de romper esquemas e ir más allá de lo visiblemente tangible. Su hablar pausado demuestra que es mujer de paz, tranquilidad y libre pensamiento. Lo menos que desea es lucir como una modelo de revista, pues valora más su labor fuera de las cámaras, pero sabe que es importante dar a conocer su rostro y más aún sus nuevas funciones.
Su vestir fino y delicado, el uso de poco o casi nada de maquillaje y su cabellera siempre suelta hacen ver que estamos ante una mujer libre, sencilla y humilde, que no se apega al materialismo ni a la vanidad, sino a su verdadera filosofía de vida, la cual consiste, según nos confiesa, en saber respetar a los demás, ser una buena persona y comprender que la vida devuelve todo lo que se le da.
Tras haber sido la directora del Centro Cultural de España en Guatemala por tres años, su nuevo reto, por tiempo indefinido, es poner en marcha la estrategia de cultura y desarrollo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) para capacitar, formar y acompañar el sector cultural de Nicaragua para que a su vez sea una auténtica fuente de desarrollo para el país.
“Cada centro cultural tiene sus necesidades y particularidades, lo cual es muy bonito porque en cada país se aprenden nuevas experiencias y es necesario conocer también su realidad política, social, económica y cultural, para saber si tiene más potencial. Nicaragua, por ejemplo, tiene mucho potencial en las letras”.
De su estadía en Guatemala afirma traer bonitos recuerdos, sobre todo por ser un país con características particulares, difíciles de encontrar en otro.
“Para mí fue un aprendizaje constante, porque todos los días salía algo nuevo. Es un país muy difícil y complicado por su diversidad, por eso había que comprender que el desarrollo de la confianza era lo mejor para trabajar juntos. La cultura tradicional maya sigue viva, avanza y evoluciona. Me fui con la satisfacción de haber dejado una semillita muy valiosa, ya que conseguimos sacar adelante un gran proyecto que consistió en buscar una nueva sede al centro cultural, para que le diera la presencia que queríamos. Encontramos un lugar muy bueno. Fue un periodo muy intenso, pero también satisfactorio”.
Un país de aventuras
Cuando supo que podría ser nombrada nueva directora del CCEN dice que sintió mucha emoción, porque ya en dos oportunidades había venido por asuntos laborales y nuestro país realmente le gustó. Su estadía estará en dependencia de los jefes en Madrid, España.
“Nicaragua cuenta con una sociedad muy abierta. Es un país seguro y muy interesante para trabajar. Me han dado un recibimiento muy caluroso y solo tengo buenas palabras para este país que ha sido maravilloso conmigo y con mi país también”.
Ballesteros valora mucho la cultura y el arte nicaragüense y afirma creer fielmente en las propuestas de los jóvenes.
“Es satisfactorio trabajar en proyectos que le permita al artista vivir de su trabajo. Queremos demostrar que sí se puede vivir de la cultura, por eso me gustaría que los jóvenes nicaragüenses tuvieran oportunidades de decidir su vocación y en caso que fuese artística, poder acompañarles para fortalecer sus cualidades”.
El arte de ser madre
La vida de Ballesteros ha sido muy dinámica. Admite que ya está acostumbrada a seguir el ritmo que su profesión le demanda. Reconoce que es una mujer curiosa e inquieta y que le apasiona conocer nuevos países, culturas y personas.
“Llevo toda la vida dando vueltas porque me gusta explorar la cultura de todo el mundo. Desde chica estudié fuera de España. Estuve en Francia y luego en Italia, donde terminé mis estudios de la universidad y mi doctorado. En Italia di a luz a mi hija. Después regresé a España, estuve poco tiempo y me fui a Perú. Regresé a España y me marché otra vez. Estoy consciente de que el trabajo que me gusta hay que hacerlo fuera y que siempre regresaré a él”.
Lo que más le gusta de su labor, agrega, es el legado cultural que como centro se están enfocando en dejar.
“Con esta semillita que ponemos todos los días a través de los centros culturales estamos demostrando poco a poco que la cultura es generadora de desarrollo, que es muy importante en todos los procesos y que además es un generador de recursos, porque las industrias culturales aportan un porcentaje bastante interesante al Producto Interno Bruto de cada país”.
Como madre, su labor implica un reto mayor, porque así como ella debe acostumbrarse a un nuevo país, sus dos hijos, una niña de 11 años y un niño de 6, también.
“Uno intenta multiplicarse y es preciso tener ayuda en casa. Como madre, procuro dedicarle el tiempo suficiente a mis hijos, sobre todo cuando tienen tiempo libre. Creo que ya están acostumbrados. Cuando los niños crecen así, comprenden mejor que deben asumir las responsabilidades de acuerdo con su edad. Ya cuando sean mayores de edad decidirán dónde quedarse”.
Mientras llega el día en que sus hijos tomen esa decisión, Ballesteros se está enfocando en proporcionarles una educación sólida que, a su vez, los prepare para que vivan independientes.
“Para mí lo más importante es que aprendan que el respeto a los demás es fundamental y que con esfuerzo y dedicación se puede llevar una vida plena. Hay que ser responsables con cada uno de sus actos y aprovechar las oportunidades que la vida nos da para ser personas de provecho. Creo que esa es la base del crecimiento personal y la herencia que quiero dejarles”.
En cuanto a su desempeño en el CCEN, ella destaca que desea que todos la perciban como “una persona amiga” que desde ya está trabajando en diversos proyectos culturales.
“Actualmente estamos ampliando las instalaciones y también impulsando nuevos programas para atraer a los artistas. Pronto tendremos una cabina de radio para dar a conocer todas las propuestas, así como un programa de música dedicado a las bandas jóvenes independientes. También daremos capacitación y formación en cuanto a cine. Espero que todos encuentren en mí una persona amiga y que recuerden también las gestiones que realizamos para llevar a cabo proyectos juntos, con eso me daría por satisfecha”.
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