DRA. MARÍA LUZ ANDRÉ
MÉDICO NUTRICIONISTA CLÍNICO
El cuerpo debe adaptarse poco a poco a la pérdida de peso, ya que solo así logrará mantenerlo. Bajar muy rápido de peso no es saludable. Perder mucho en poco tiempo es síntoma de una dieta muy severa. Los principales problemas de perder mucho peso rápidamente son: deshidratación, fatiga crónica y mayor probabilidad de sufrir una lesión o un trastorno de la alimentación como la anorexia. Una pérdida de entre dos y cuatro por ciento del peso por deshidratación, hablamos de unas cinco a siete libras en una persona media de 140 libras, supone una bajada de rendimiento importante en las funciones básicas.
Cuando se trata de perder peso no hay milagros que hagan que las libras se esfumen, al menos de manera saludable. Perder más de 20 libras en un mes es algo que hace sufrir al cuerpo porque no es de manera progresiva, el cuerpo se ve sobrepasado por la situación y es cuando las cosas comienzan a fallar.
Se recomienda perder entre dos y cinco libras por semana máximo, que es como se produce una bajada gradual de peso que no requiere de una restricción tan estricta de calorías y al organismo le da tiempo de ir adaptándose al nuevo peso sin sufrir en exceso.
Esto solo se consigue con la mejora de hábitos dietéticos y, por supuesto, la complementación con ejercicio diario.
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