Elba Cristina Parrales
En medio del colorido propio de la Navidad, del árbol, los obsequios y la cena familiar es tradición que en la mayoría de hogares elaboren lo que se conoce como el nacimiento, el cual representa el día en que nació Jesús.
El padre Mario Sandoval, de la Iglesia San Pedro, de Rivas, cuenta que esta tradición tiene su origen en San Francisco de Asís y se propagó por este continente gracias a la orden franciscana con la evangelización.
El nacimiento, más que representarlo con María, José, los Reyes Magos y algunos animales, representa la oportunidad de recordar las condiciones en las que nació Jesús, como sencillez, humildad, desprendimiento de lo material y la condición de amor y unidad familiar en torno a José y María y la presencia de Dios en su Hijo.
“El nacimiento es meramente catequista. Es la mejor manera de enseñarle a los niños y jóvenes el verdadero significado de la Navidad, que es la celebración del nacimiento del Hijo de Dios que vino a salvarnos”, afirma el padre Sandoval.
En esta época, en la cual los mejores sentimientos afloran, hay que aprovechar para tener una mejor relación con Dios y entre nosotros mismos.
“Es el momento ideal para darnos cuenta que de nuestro corazón salen buenos propósitos con las personas, con nuestra vida y con el nuevo año. Ojalá todos pudieran encauzarlas a la construcción de la paz, unidad familiar, de una vida más tranquila y de mucha colaboración entre los seres humanos”, exhorta el padre Sandoval.
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