¿Qué ha sido el periodismo en tu vida?
Creo que no me equivoqué de carrera. Fue la mejor decisión que he tomado en mi vida. Siempre me siento periodista y comunicadora, porque me ha dado la base de hacer muchas cosas que me gustan y lo he diversificado.
He pasado por diferentes medios y todo me ha encantado, porque he sabido disfrutar cada etapa que he vivido en mi profesión. Cuando hice prensa escrita, por ejemplo, me fascinaba entrar al periódico, oler la tinta de la rotativa y esperar el diario para ver mis trabajos, sobre todo si llevaba alguna en portada. Sentía nervios por el impacto que podía tener la noticia. Esa sensación que da el periodismo escrito me encanta.
Fuiste uno de los primeros rostros de TV Noticias . ¿Cómo viviste ese cambio de la prensa escrita a la televisión?
La televisión es la información minuto a minuto. En TV Noticias fui fundadora junto con Eduardo Enríquez y un grupo de cinco mujeres periodistas. Yo estuve en el segmento noticioso Pulso Económico. El asunto era minuto a minuto. Considero que fue el trabajo que me consagró, porque en el periodismo es importante tener un nombre, una reputación y un prestigio.
Después me fui a hacer relaciones públicas al Banco Central, luego al Ministerio de Hacienda y también fui jefa de prensa del partido ALN en las elecciones del 2006.
¿Cómo te sientes ahora que diriges una empresa?
Estoy viviendo una etapa de madurez profesional, porque experimento lo que es ser gerente de empresas. Somos una empresa regional con presencia en 90 ciudades y 60 países.
Planificamos y atendemos asesorías de comunicación de parte de las empresas y organizaciones. Conversamos con los clientes y les proponemos un plan de comunicación según sus necesidades. Trabajamos un plan personalizado para cada uno de ellos y los acompañamos en su quehacer para alcanzar sus objetivos de negocios.
Conocemos tu trabajo, pero ¿cómo es Digna Bendaña como mamá?
Soy madre de Milton Ernesto Guillén y Juan Ramón Meneses, de 21 y 13 años respectivamente. No llegaron por casualidad. Elegí tenerlos y cada día los quiero más. Sin duda son de mis mayores aciertos y motivo de orgullo. Aún están formándose y es un reto ganarme su confianza, ser su amiga, amarlos y respetarlos como son. Afortunadamente, son seres maravillosos, sensibles, independientes y muy talentosos. Mi mayor deseo es verlos preparados para que salgan al mundo, enfrenten la vida y sean felices.
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