Geraldina González C.
El equilibrio corporal está controlado por tres sistemas: el sistema vestibular, el sistema propioceptivo musculotendinoso y la visión. Cuando una lesión afecta el sistema vestibular es común sentir que giramos alrededor de los objetos que nos rodean. Esa ilusión de movimiento se denomina vértigo.
El doctor Roberto López, especialista en otorrinolaringología, define el vértigo como “un trastorno del sentido del equilibrio, caracterizado por una sensación de movimiento rotatorio del cuerpo y de los objetos que le rodean”.
El vértigo puede ser un síntoma de diversas enfermedades que afectan el sistema auditivo y su proceso de diagnóstico y tratamiento estará en dependencia de la afección que lo provoque.
Causas
Dentro de las principales enfermedades que pueden provocar vértigo, el doctor López destaca cuatro: neuronitis vestibular, vértigo postural paroxístico benigno, insuficiencia vertebral vascular y la enfermedad de Ménière.
La neuronitis vestibular es una lesión del laberinto posterior y es de origen viral. Se caracteriza por presentar vértigo, pérdida de la audición, náuseas y vómito. Tiene tratamiento sintomático y se cura en pocos días o semanas.
El vértigo postural paroxístico benigno es monosintomático, es decir que el único síntoma que presenta es el vértigo, el cual se caracteriza por ser transitorio, con una duración máxima de un minuto.
En el caso de la insuficiencia vertebral vascular, la acumulación de placas en su mayoría de grasa en las venas, impide el flujo de sangre y oxígeno al cerebro, provocando vértigo.
La enfermedad de Ménière se caracteriza por presentar vértigo, sordera y ruidos. El vértigo afecta el caracol, el cual produce déficit en la capacidad auditiva y cuando hay sordera, entonces se presenta el acúfeno, que son ruidos en el oído.
Para cualquier tipo de vértigo, sobre todo el laberíntico, indistintamente de la enfermedad que lo provoque, la rehabilitación juega un papel importante en el tratamiento. De acuerdo con el doctor, esta consiste en ejercicios de equilibrio, tales como: de cabeza, cuello, ojos y cuerpo. Estos ayudarán a alcanzar una recuperación más rápida.
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