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PJCh, condenado a la búsqueda de una Patria

Ana María Ch. de Holmann

Aquel día, 10 de enero de 1978, fue también un día martes y se repite hoy después de 28 años del sacrificio de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal por su Patria. Cualquiera que fuera supersticioso creería que por ser martes a Pedro Joaquín le llegó la mala suerte ese día, pero quizás con ello alcanzó su jubilación como un día lo soñé. Él estaba comprando un ticket de viaje en la estación del tren, en la ventanilla había un rótulo que decía “Jubilados” y me dijo sonriendo: “ Me voy a mi jubilación, ahora les toca a todos ustedes seguir la jornada” y desde entonces, desde que él se marchó todo sigue igual….

Todo se repite, los anhelos, los deseos, los sueños por una patria mejor, los que más bien se han vuelto una pesadilla, como aquel sueño que relata Pedro en el capítulo El Tribunal del libro La Patria de Pedro, que dice: “Anoche soñé que un tribunal compuesto por siete hombres me había llamado ante él para decirme: “Ciudadano Chamorro, se le condena a la búsqueda de una Patria. Todos los componentes del Tribunal eran feos. Había uno gordo con aspecto de matarife, y otro negro con anteojos oscuros de un material refractario a la luz”. “El de los grandes anteojos me dijo: Puede usted ir ahora al mercado de Patrias a conseguir una.

Pedro, en su sueño por una Patria mejor buscaba con afán por todos los medios como conseguirla , en el sueño oyó un pregón que decía: Patrias frescas…. —gritaba una voz chillona de mujer. Patrias, se venden Patrias a plazo, sin necesidad de pagar prima…

“Se vende una Patria, con televisor, dos recámaras, refrigerador, y salario de 3,000 pesos mensuales…”

“Un viejo gordo y rosado gritaba también su pregón : “Patrias frescas, sabrosas, con televisor, refrigeradora y automóvil, Patrias marca “Somoza” modelo 1959, con amortiguadores, con Clero, y sin obligación de sufrir por el bienestar del pueblo . Vea usted (agregó entusiasmado por su propaganda). En este modelo aerodinámico de Patria se ha suprimido todo inconveniente que moleste al propietario. Tiene un aislador electrónico que separa a su dueño del obrero, un switch magnético que desconecta la conciencia y un maravilloso código que ha cancelado toda idea de la justicia, complejo molesto que padecían las generaciones pasadas. Compre este nuevo modelo de Patria… Sólo tiene que pagar a plazo, entregando su voluntad, eso que llaman el libre albedrío, y unos cuantos centavos de honor… pero a cambio de ello, tendrá usted televisor, automóvil, el switch para conciencia, y dinero, mucho dinero…”

En estos párrafos proféticos de ayer, ¿no está descrita la realidad de hoy? Son dos, “el gordo” y “el de los anteojos oscuros” que están unidos en un abrazo rojinegro y rojo “sin mancha”. En ese abrazo se alcanzan muchas cosas al igual que alcanzaron las estrellas; con una sola señal del general al “sumiso” de Cornelio, quien desde la Asamblea Nacional con una sola seña condenó a Pedro despojándole de todos sus derechos ciudadanos. Por eso Pedro se lamenta, porque desde entonces todo ha sido en vano, pero aún muestra esperanza cuando relata la crueldad de un piloto persiguiendo a una mujer campesina con un niño en brazos y nos deja esa tarea que cumplir : “Ahora un piloto de esos es juez, y nosotros acusados. Pero habrá en la vida tiempo para que el pueblo enjuicie a estos jueces”.

Y como si fuera profeta, Pedro al poner de nuevo el pie en su Patria como revolucionario después de su largo exilio exclama: “Nada ha cambiado en estos dos años, salvo que la Patria está más prisionera que nunca, y los modernos filibusteros que se han apoderado de su cuerpo la exhiben como en un mercado de prostitución manoseando su nombre y calumniando de traición a quienes pretenden defenderla”. Todas las dictaduras pasadas y las actuales tanto de derecha como de izquierda van copiando y mejorando inmensurablemente sus métodos y sistemas para guardar sus intereses personales, materiales y de poder y más aún en estas circunstancias por las que atravesamos ahora que como dice el dicho criollo: “A dos pullas no hay toro valiente” y las pullas son el pacto que al igual que ayer los siete adornaron sus uniformes con estrellas y ahora con disfraz de diálogos. Pacto del que estamos siendo víctimas, Nicaragua y todos nosotros, sus hijos.

Los líderes de sus correspondientes partidos se han venido dando la mano, primero para solventar de una vez por todas las múltiples propiedades obtenidas por la piñata, uno de ellos, y el otro para tapar los beneficios y regalías recibidas a través de los seis años de la Alcaldía de Managua. Luego “se cogieron el codo”, usando el poder repartiendo puestos para guardar ese poder poniéndoles tapujos de dinero para callarlos y tapujos de billetes para que vean sólo lo señalado por ellos y hacer invisible lo visible. Aumentan las instituciones del Estado y sus numerarios y sus pagas para obtener más fieles adictos y sumisos y con ello más control en todas estas instituciones; en la Asamblea para tener el plenario “en pleno”, en la Contraloría, Fiscalía, Consejo Electoral. Ya no se diga en la Corte Suprema de Justicia la cual es la imagen viva de la corrupción, ya que, tanto lo que tomaron los narcodólares como los que los que callan son cómplices y cometen la misma falta.

Urge que los magistrados y los jueces limpien y restauren su propia casa que es la imagen de la justicia por la que es el reflejo nacional e internacionalmente de la imagen de Nicaragua y de todos los nicaragüenses. Mientras tanto Pedro Joaquín aguarda vigilante desde el sitio que le otorgó el Señor de las Naciones, que se cumplan los anhelos y promesas que merece su Patria, La Patria de Pedro.

La autora es hermana del doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal (q.e.p.d.)

Editorial
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