Arnulfo Agüero
Con su nuevo nombre, Taller de Artes Gráficas , presenta una muestra de grabados y linóleos como parte de su contenido académico bajo la dirección de María Gallo. Así renace el desaparecido Taller de Gráfica Experimental , dirigido en la década de los ochenta por el pintor y maestro de la gráfica Oscar Rodríguez.
Dicha exposición inaugural fue enmarcada en la programación del mes del grabado 2009, a la memoria de Rodríguez; y fue abierta al público el pasado viernes 23, estará expuesta hasta el 15 de noviembre en una de las salas del Centro Cultural antiguo Convento de San Francisco de Granada.
“Pienso que este taller tiene que llamarse “Oscar Rodríguez”, porque ha sido el grabador más calificado que ha existido en Nicaragua, malogrado y con un final trágico”, expresa María Gallo al destacar la personalidad del que fuera su maestro, y dejara su legado en xilografía, linóleo y serigrafía; así como en pintura y escenografías para el Teatro Nacional Rubén Darío.
El Taller de Gráfica Experimental
A finales de 1979 se funda el Taller de Gráfica Experimental Nicaragua Libre, en una escuela en Villa San Jacinto bajo la dirección del maestro Leonel Cerrato; años después Oscar Rodríguez (1959-2003) es enviado con Juan Rivas a estudiar al Centro de Enseñanza Experimental de Gráfica (CEGRA), en Caracas, Venezuela, recibe clases con maestros de la talla de Alirio Palacios y Edgar Sánchez.
Con apoyo del gráfico Alí Cortez, pasa a dirigir el taller — reubicado en la colonia Dambach y bautizado con el nombre del joven grabador Boanerges Cerrato —hasta finales de la década de los ochenta que se retira, quedando este espacio de la gráfica, sus planchas Print Makers y materiales en el olvido institucional.
Iniciativas de las nuevas autoridades del Instituto Nicaragüense de Cultura deciden trasladar las planchas y prensas, a su nuevo local, en las inmediaciones del Palacio Nacional de Cultura, abriéndole las puertas a una nueva generación de jóvenes en la gráfica, linóleo y serigrafía.
María Gallo, recuerda que recibió clases con el maestro cubano Luis Manuel Valdez, el que dio por inaugurado el Taller de Gráfica Experimental, en los años ochenta al hacer las primeras pruebas. Asimismo se le ha reconocido por ser la discípula más sobresaliente en xilografía del profesor Oscar Rodríguez, logrando realizar sus primeras exposiciones en gráfica y papelillo.
Retoman escuela de Oscar Rodríguez
María Gallo, se complace en haber conducido el primer curso inaugural de gráfica en la técnica de xilografía y linóleo, donde los temas han sido libres, primado los figurativos con desnudos y frutas como modelos.
No obstante, las expresiones abstractas también han estado presentes, en los ejercicios de los linóleos; entre los nuevos exponentes figuran: Alejandro Castillo, Petronio Pérez, José Rivas, Isayara Quant, Oscar Valladares, Jefrry Curbelo, Cruz María, José Daniel Sánchez, Magenta Rodríguez, Sergio Morales, Cristina García, Henry López; todos alumnos de tercer y quinto año.
Asimismo forman parte de la muestra, tres xilografías de María Gallo, con sus temas de vírgenes y ángeles, y una gráfica de muy buena factura del maestro Alí Cortez, titulada Tenemos dos caras.
“Esta nueva generación de grabadores se está prendando del taller con nuevos talentos, los que están trabajando con escasos recursos”, no obstante Gallo señala, que sus alumnos se están abriendo espacio, porque ellos mismos llevan sus maderas grabadas, papeles y pinturas, donde imprimen sus ideas.
Talleres de Granada sobreviviendo
Otra muestra presente en esta exhibición es la de grabadores independientes de Granada, y el Taller de Gráfica La Sirena; ya el grupo de gráficos VAGONI está desintegrado; participan con xilografías y grabado en metales: Alejandro Castillo, Hamilton Reyes Balbino Ubau, Carlos y César Barberena, Ligia Sandino, Mélida Campbell, Erika Flores, Marcela Flores, Carolina Flores, Luz Marina Reyes y Soyla Aráuz.
Valga señalar que a finales de los años ochenta el Taller de Gráfica Experimental de Managua es cerrado; pero precisamente en este contexto Ernesto Cardenal y Dietmar Schönherr, abren las puertas de la Fundación Casa de los Tres Mundos al alemán Wolfgang Hünecke, quien funda el Taller de Grabado, en Granada, conducido en 1990 por el pintor y grabador Paul Morales.
Este impulso dio paso a otras iniciativas independientes como la del mexicano Leopoldo Morales Praxedis, quien funda al desaparecido grupo VAGONI con las firmas de Paul Morales, Ligia Sandino, Adán González, Jairo Orozco, Johnny García, Javier Tercero, Juan Elí Rodríguez, Carolina Flores, Ricardo Maya (Cuba), Roberto Barberena De La Rocha, y Carlos Barberena.
A partir de julio 2006 el Taller de Grabado se ha dedicado a impartir cursos de calcográficas (grabado en metales), litografía, colagraf, linóleo, xilografía y plantillas mixtas o experimental. Parte de estos cursos los ha dado Carolina Flores, responsable del área de metales, y extranjeros como el mismo Wolfgang Hunecke, Juan Bernal Ponce, Anu Toumisaari, Gottfried Helnwein, Soledad Barbadillo y la brasileña Leda Watson, entre otros. Asimismo prestó su espacio a proyectos independientes como el Colectivo Grafico No Tradicional.
Durante el IV Festival Fusión Artes Visuales, del 2007, celebrado en Granada, participó el Colectivo Grafico No Tradicional, figurando Gustavo González, Balbino Ubau, Kevin Jarquín, Wilson Arguello, Claudia Guerrero, Luis Espinosa, Luz Marina Reyes, Noel Ruiz, Diana Oviedo, Fabiana Aguilar, Darling López, Adela Delgado, Lesbia Reyes, Rolando Tanmani, Kriften Shelby, entre otros.
Uno de estas jóvenes promesas es el arquitecto Gustavo González, alumno de la Escuela de Bellas Artes, enviado por el director Ricardo Morales a recibir cursos bajo la modalidad del proyecto alternativo Taller de Gráfica No Tradicional, impartido en los Talleres de Gráfica de la Fundación Casa de los Tres Mundos, por María Gallo, y la coordinadora Alicia Zamora.
Esto nos da una señal clara que las artes gráficas siguen su camino con nuevas figuras, cursos, y la apertura del Taller de Artes Gráficas, que a pesar de las limitaciones con sus nuevos alumnos y talentos siguen batallando por ganar un espacio significativo en la historia de las artes gráficas en Nicaragua.
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