Por Mateo Morrison
Tomo tus palabras
rodeadas de olas
que amanecen conmigo.
Cerca de mis pies
arenas vibrantes de sol.
No puedo ahora
describir un viento
que cambia a cada instante
de dirección.
Sólo los pájaros
saben la orientación
exacta de la brisa.
Ellos trasladaron
el centro del universo
a estos lugares
del Caribe.
Los pájaros saldrán de los lienzos
en noches de huracanes
volverán a vivir en las telas
cuando llegue la calma.
Soltamos de nuevo tus palabras
para instalar nuestra casa
en un círculo de arena
y hacer de nuestras vidas
ataúdes de espumas.
Ver en la versión impresa las paginas: 12