Karly Gaitán Morales
María Antonieta Díaz Lugo es pintora y pianista desde hace doce años. Se inició en la música mucho antes de la pintura, aún siendo nieta de Genaro Lugo uno de los pintores más reconocidos de Nicaragua en el plano internacional.
Con veinticinco exposiciones colectivas, una veintenas de obras culminadas, otras tantas vendidas, tres premios (dos en pintura, uno en dibujo) y varias composiciones musicales.
¿Con un abuelo artista y reconocido, esto influyó en su decisión de pintar?
Pinto desde muy pequeña, en la escuela era a mí a quien encargaban los murales, siempre fui la dibujante de la escuela. La influencia de mi abuelo por supuesto que era enorme así como el contacto con los otros artistas, sus amigos, porque desde los tres años visito museos y galerías, he estado muy familiarizada con la pintura nicaragüense y los maestros. Siempre tuve una inclinación muy fuerte por el arte. Quise estudiar Artes y Letras en la UCA, pero ya habían cerrado la carrera, entonces estudié psicología por dos años y medio. Pero entré a la Escuela Nacional de Bellas Artes, es allí donde me sentí plena.
Con respecto a la música, ¿Desde cuándo toca el piano y compone?
Dicen que mi abuela paterna María Antonieta Argüello tocaba el piano de oído. Entonces parece que de las dos familias saqué la pintura y la música. Desde los quince años comencé a interesarme por el piano, pero primero fue por la pintura. Tuve una infancia normal. Me decidí por estas artes y dedicarme de lleno a ellas yo misma. Esto de cierta manera es algo auténtico, porque lo decidí cuando estaba en edad para saber qué me gustaba y quería. Nadie me ha impuesto nada.
¿Quiénes son su pintor y músico favorito?
Mi compositora favorita es la famosa mexicana María Greever. Mi abuelo está dentro de mis favoritos en la pintura.
¿Por ser su abuelo o por artista?
Por él y por su obra, muy delicada, sobre todo cuando usó la técnica del lápiz de color. Aunque me gustan varias, por ejemplo, la espátula que trabajó cuando estuvo con don Rodrigo Peñalba. Después de eso trabajó con textura, usó arena, cemento y óleo, esos me gustaron muchos. Pero lo que pasa es que yo nací cuando él estaba haciendo ya los trabajos de lápiz de color y esa fue la etapa de él que vi, las otras etapas del óleo, la textura no las vi, no había nacido. La técnica del lápiz de color es la que crecí viendo. Tengo una mía que es producto de esa etapa, la que viví con él, pero el público empezó a decir que era puro Lugo, cuando me compararon con él me asustó y no me gustó, porque yo quiero ser diferente.
¿Cómo era su relación personal con Genaro Lugo?
Muy buena. Siempre tuvo un carácter fuerte, pero cuando era niña pues era maravilloso, porque más que abuelo fue mi padre. Soy hija de padres divorciados entonces me crié con él toda mi infancia y mi adolescencia, pero en esta etapa él fue muy celoso. No me dejaba salir con cualquiera, entonces eso afectó mucho nuestra relación, porque me resentí con él luego de tan maravilloso que era. Ayudó mucho que yo saliera del país para ese tiempo, viajé a Estados Unidos. En ese viaje tuve la dicha de ver una exposición temporal de Picasso, vi sus cuadros en el High Museum of Art de Atlanta. Antes de eso había hecho un viaje a Europa, estuve en España, Francia e Italia y allí tuve la fortuna de estar en el Museo del Prado y ver obras de Goya, Velásquez y Tiziano, Cuando estaba en Toledo fui al Museo El Greco y vi otros cuadros famosos. En Italia estuve en la Galería de los Oficios, donde vi los murales de Boticelli y de todos los maestros del Renacimiento, todas esas bellezas que aparecen en los libros de la historia del arte.
¿Cómo define su estilo, está en transición hacia algo o ya está definido?
Todavía estoy en la búsqueda, estoy experimentando todos los estilos y todas las técnicas para encontrar mi propio lenguaje. Pero ya la gente identifica mis cuadros a pesar de que todavía estoy en la búsqueda.
¿Qué ve en la pintura de sus contemporáneos?
Los amigos contemporáneos no tienen tendencia a la oscuridad, pintan temas más light, cada quien representa a su generación y así lo debemos hacer, sin dejar a un lado a nuestros maestros del pasado porque de ahí venimos con las técnicas que usamos. La generación pasada nos hace de cierta manera y no los podemos obviar ni criticar o menospreciar. Ahora nos toca a todos los pintores jóvenes dar lo mejor de nosotros mismos en nuestro momento. Yo escogí la naturaleza, porque es un tema vivo, es muy coyuntural, esto de cuidar el medio ambiente y el planeta. La naturaleza te transmite belleza y tranquilidad, lo que quiero al pintarla es transmitir esto a las personas que contemplan un cuadro mío.
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