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LA PRENSA/AGENCIA.

La lingüistica Matagalpa

Los sonidos de la lengua parecen ofrecer poca dificultad a un estudiante español. Las palabras proporcionadas por Mendoza se escriben de acuerdo con el alfabeto español, el único punto que se señala es que la “i” y la “k” deben

Por Eddy Kühl

Las personas que utilizan este idioma parece que no han tenido ningún nombre colectivo como patronímico. Han sido llamados por los escritores españoles, y por otros que les han seguido, “Chontales” y “Popolucas.” Ahora es plenamente reconocido por etnógrafos competentes que estos términos no tienen, y jamás han tenido, ningún significado étnico. Estos términos son tomados del náhuatl (hablado por los aztecas y otros), en el cual son nombres comunes, chontalli que significa persona ruda, rústica; popolocatl, persona extraña o extranjera.

Fonética

Los sonidos de la lengua parecen ofrecer poca dificultad a un estudiante español. Las palabras proporcionadas por Mendoza se escriben de acuerdo con el alfabeto español, el único punto que se señala es que la “i” y la “k” deben

ser pronunciadas forzosamente.

Concepto de número

Como en la mayoría de las lenguas de América, la idea de la pluralidad no se expresa a menos que el contenido no sea suficiente para transmitirla. Noguera menciona: Libra Buyo = dos libras.

Cuando se expresa, se usa el sufijo guálkara, como en guapueguálkara = sombreros. Aparentemente esto significa “sombreros, muchos”. La misma construcción se encuentra en el Mosquito.

Este sufijo aparece como un “infijo” al pluralizar los pronombres, como: – Singular, caraji, él. Plural, cara-gualcara-ji, ellos.

En una forma abreviada en la segunda persona.

– Singular, maniji, tú (En. thou). Plural, mani-gual-ji, ustedes.

Y probablemente aún más incorporadas a la primera persona:

– Singular, yamiji, Yo. PIural, yam-ta-ca-ji, nosotros.

Como se verá más adelante, el plural de los verbos se basa en estas formas pronominales. La noción de plural exclusivo e inclusivo, o del número doble, no aparece.

Concepto de género

Parecen existir pocas palabras independientes que denotan sexo. Para “padre” y “madre” se utiliza el mismo término “amis” (por lo tanto , “padres”). Cuando sea necesario para definir el género, las palabras, apu, masculino, y mayrro, femenino, se añaden, v.g., piyu-apu = gallo; piyu-mayrro = gallina.

Esta última es casi con seguridad la Mosquito, mairin, que tiene precisamente el mismo significado y uso gramatical , y es un compuesto de la femenina yorra, con un prefijo que denota “humana”.

Pronombres

Los pronombres personales son: Yo, yami o yamiji. Nosotros, yamtacaji.

Tú, Manijí. Ustedes, manigualgi.

Él, caraji. Ellos, caragual-caraji.

Los posesivos son:

– Mío, áyki, o bien, Kikara.

– Tuyo, ayma, o bien, makara.

– Suyo o de otros, ayni.

En la construcción, la segunda forma del pronombre posesivo sigue a la cosa poseída, como:

– Mi sombrero: guapue kikara.

– Tu plato: barrán makara.

– Tu cabello: kili makara.

En las formas abreviadas, ke, mío, ma, tuyo, son postfijados al nombre, formando, en relación con los nombres de las partes del cuerpo, etc., inseparables.

Como es el caso en general en las lenguas de América.

Los pronombres personales tienen similitud con los de la lengua Mosquito, que son: el yang, yo, man, tú. Esta semejanza se extiende también a los posesivos, Mus, lupi-ki, hijo mío (mi hijo) (*d); mitam (= mita-m), mano tuya (tu mano, etc.).

La identidad es tan sorprendente que me induciría a reclamar una relación entre las dos lenguas, especialmente porque tienen muchas otras palabras en común, pero como he señalado en otra parte, los pronombres personales y sus derivaciones pertenecen a una clase de palabras que debe ser excluida de la comparación lingüística con fines etnográficos .

Los demostrativos son:

– Esto, iraji.

– Eso, manijí.

El segundo de éstos se podrá observar, es idéntico al pronombre personal de la segunda persona del singular, “tú”.

Otro demostrativo, que a veces tiene el sentido de un artículo definitivo, es múkare. Se adjunta a los nombres tomados de los españoles, como calzones, kalsoma múkare, pero no se limita a ellos, como en el nombre del árbol de algodón es man dapan múkare.

El sufijo bas parece ser otra demostración de carácter similar, como yorrabas, la muchacha.

Los números:

Los números, dados por las dos autoridades (Mendoza y Noguera), son los

siguientes:

1, tibás, bas

2, burro, buyo

3, guadbá, guatba.

4, botarro, bota’jio.

5, panacas

Éstos tienen algunas afinidades con el Ulwa, pero también diferencias que nos impiden suponer que son idénticas.

Puntos cardinales:

Éstos se expresan en frases de esta manera:

Norte , huin-sal-náka, literalmente “Viento, de dónde viene”.

Sur , mari-kat, “Mar, donde está”.

Este , lan-sal-náka, “Sol, de donde viene”.

Oeste , Ian-kannáanka, “Sol, donde se pone”.

La palabra mari en el término para el sur sin duda es española, estos montañeses, probablemente en su antiguo aislamiento ignoraban los océanos.

Construcción

El sujeto precede al verbo y a menudo se encuentra en aposición a un pronombre, como:

– Lan carají kánnaba,

– Sol, él va hacia abajo. v.g., “El sol se pone.”

El objeto puede preceder o seguir al verbo.

– Tengo hambre, sepá dainale.

– ¿Vamos a cortar maguey? ¿guano sirru catjali?

– Puedo hacer una hamaca, yamji tati parri.

– Tome asiento, anda kulkane.

– La niña tiene un plato en la mano, Yorrabas dainate barrambas pánacam.

La última palabra, panacam, probablemente debería ser analizada como panaca-m, “mano-en-ella”, donde posposición y pronombre posesivo se incorporan con el sustantivo.

Mendoza da el verso siguiente, compuesto por un joven nativo de Cacaopera.

Agrego una traducción interlineal de la palabra, por su claridad:

– Uppi irají yálaka,

– Campo este (esto, esta) hermosa

– guásirri gualirat butatáguali

– pájaros muchos cantar.

– yorra nananquis dateale

– Una chica está ahí

– kaká tukat enquis culaniquiyu.

– morir.

Verbos

Según los ejemplos dados, la fórmula general del verbo es:

Pronombre separable + tema verbal + índice temporal + sufijo pronominal inseparable + índice numérico.

Ese último punto es obligatorio en el plural solamente.

Los personales inseparables uniformes son:

Singular y plural

1. i, im. 1. áca.

2, am. 2. ámbira.

3. a. 3. águali.

Éstos son derivados de los personales separables por los procesos de sufijación y elisión, y la última se ha llevado a tal grado que el significado original del sufijo se ha perdido, y los separables personales ahora son prefijadas. Éste es precisamente el proceso del que tenemos tantos ejemplos en las lenguas romances, y es común al habla a inflexional en todo el mundo, si, de hecho, no es el origen de la misma.

Los índices temporales son :

Presente. – t.

Primer pasado. – teal (o tea).

Segundo pasado. – l.

Futuro. – jal (jam, ja, o j).

Éstos están sujetos a diversos cambios eufónicos y se explican como infijos denotando el tiempo sufijado al tema verbal y desgastado a su expresión fonética mínima.

Verbo sustantivo

Como de costumbre, en estas lenguas no encontramos ningún verbo sustantivo verdadero.

– Maniji yalaca aycu caridi.

– Tú, bella luna como.

v.g., “Tú eres bella como la luna.”

“Estar en un lugar” (estar) se expresa por el verbo datiali. “Yo seré”, dajini;

“ustedes estarán”, dajamámbira.

Interrogativos

Las muestras de éstas son:

– ¿Cómo está? (N.) ¿bátsigua bayamani?

– ¿Nos vamos al bosque? ¿guano yurra?

– ¿Nos vamos al río? ¿guano yelka?

– ¿Vamos a cortar maguey? ¿guano sirrú cátjali?

– ¿Vamos a traer el agua? ¿guano Ii yerájali?

¿Quieres trabajar? ¿natánji tiquitguanán?

Negativos

El término separable para negar es guaca, no; pero formas negativas especiales parecen ser empleadas en los verbos, como:

– Querer, nati.

– No quiero, naquisanca.

– Yo no quería, natiala.

Éstas no son claras.

Singular Plural

– Tengo, y. dáinati. Tenemos, y. dainatáca.

– Tienes, m. dáinatam. Tienen, m. dainatambira.

Tiene, c. dáinata. Tienen, c. dainaláguali.

Pasado

– Tenía, y. dainateáli. Teníamos, y. dainateáca.

– Tenías, m. dainateálam. Tenían, m. dainatealámbira.

Tenía, c. dainateála. Tenían, c. dainatealáguali.

Futuro

– Tendré, y. danajim. Tendremos, y. danajamdaca.

– Tendrás, m. dainajáman. Tendrán, m. dainajamambira.

Tendrá, e. dainajáli. Tendrán, e. dainajáguali.

Llorar Gualvajali

Llanto, guálvata. Haber llorado, gualvanenala.

nPresente. Singular Plural

1. guálvati. gualvatáca.

2. guálvatam. gualvatámbira.

3.guálvata. Gualvatáguali.

Primer pasado

1. gualvateáli. gualvateáca.

2. gualvateálam. gualvatealámbira.

3.gualvateala. Gualvateálaguali.

Segundo pasado

1. guálvalí. gualvaláca.

2. gualvalám. gualvalambira.

3.guálvala. Gualvalaguali.

Primer futuro

1. gualvajím. gualvajaldáca.

2. gualvajámam. gualvajamambira.

3.gualvajáli. Gualvajáguali.

Segundo futuro

1. gualvanememti. gualvanemtáca.

2. gualvanememtam. gualvanemntábira.

3.gualvanenala. Gualvanentáguali.

Imperativo

Llorá : gualva maniji.

Llorad : gualvatambira manigualji.

Déjalo llorar : gualva cariji.

Déjenlos llorar : gualvataca caragualcararaji.

La Prensa Literaria

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