Por Isidro Rodríguez Silva
Conocí a Emilia Torres en lo que era entonces la primera Casa de Cultura, ubicada en las orillas del mercado Oriental, muy cercano a la iglesia El Calvario. Recuerdo que ensayábamos una obra de teatro-danza llamada En el corazón de todos, la que presentamos en diferentes partes del país. Claro, en aquel entonces muy joven, tenía los ojos de un color más intenso; pero siempre con esa prestancia, casi escénica, diríamos los que hacemos teatro.
Al calor de varias décadas, Emilia Torres es una mujer con vastos conocimientos en la gestión de proyectos culturales, sociales y educativos, con un enfoque de desarrollo integral, humano, equitativo y solidario. En la actualidad todos los programas que dirige incluyen la perspectiva de género y el componente medio ambiental. También es narradora, ha publicado sus cuentos en diferentes suplementos del país.
Han pasado los años, la encuentro en su despacho, el tema que nos lleva es la cultura, me recibe muy asertiva y habla de su compromiso en pro del arte.
Usted ha trabajado muchos años en cultura y ha fundado la Asociación de Promotores de la Cultura, ¿cómo la define?
La Asociación de Promotores de la Cultura es una red de 44 casas de cultura en todo el país, siendo seis de ellas propiedad de la asociación y que están ubicadas en Diriamba, Granada, Rivas, San Juan del Sur, San Miguelito y León; el resto de las casas pertenece a la Alcaldía o alguna asociación cultural; por ejemplo, la de Masaya pertenece a la Asociación de Artistas de Masaya y la de Juigalpa a la Asociación Gregorio Aguilar Barea.
Al convertirse en una organización gremial y ser independiente busca el apoyo de la solidaridad internacional recibiendo respuestas de países como Suecia, Noruega, Holanda, España, Canadá, Inglaterra, y un poco de grupos de solidaridad en los Estados Unidos. Pero todos los países, para brindar financiamiento, solicitan organización, proyectos, así como la calidad de éstos y el entregar cuentas claras en la parte financiera, pero sobre todo que los proyectos de cultura popular beneficien a la mayor parte del sector social. La Asociación de Promotores de la Cultura, manteniendo el principio de sostener siempre abierto el espacio para la libre expresión creando los programas culturales, las actividades centrales y los contenidos de estrategias del trabajo de la cultura popular.
¿Qué la caracteriza de otras instituciones culturales?
La Asociación de Promotores de la Cultura (APC) es una organización gremial, de promoción cultural y sin fines de lucro, cuya personalidad jurídica fue aprobada por la Asamblea Nacional en 1990 y sus estatutos fueron aprobados por el Ministerio de Gobernación en 1994. La APC por su naturaleza es una organización democrática abierta a todos los trabajadores de la cultura, sin más requisito que ser promotor con un ejercicio sistemático de la labor y que esté interesado en el desarrollo, rescate y preservación de nuestra cultura nacional.
La Asociación de Promotores de la Cultura nace en 1979 como un proyecto cultural de la Revolución, pero no era gremial, sino como Centros Populares de Cultura, con un objetivo móvil que es la promoción del arte nacional, y con políticas culturales, cuyo objetivo general es contribuir a promover la libre expresión y desarrollo de las diferentes manifestaciones artísticas, culturales y populares, así como el rescate y valorización de las tradiciones, el folclor y la cultura de nuestro pueblo en general.
¿La expresión artística popular es uno de los conceptos en los que se enmarca la APC?
Desde que asumí la cultura popular en 1980, con la organización de las casas de cultura, y posteriormente la Asociación de Promotores de la Cultura en 1990, ha estado bien definido el concepto de cultura, con el cual se hilvanó todo el trabajo cultural; y puedo asegurarte con firmeza y producto de más de treinta años de trabajo cultural, de que la cultura para mí es un compromiso de vida. Que la cultura popular es la cultura del pueblo. De un pueblo que está en las ciudades, pero también en los municipios y las comunidades. Donde la creación artística popular es una expresión de la vida misma. Por eso mi compromiso con la cultura es un compromiso con la vida, y que a partir del espacio artístico nos permite reflexionar sobre nosotros mismos. Es por eso que me siento identificada con la declaración de la Unesco en México en 1982, que patentiza que la cultura es: “El conjunto de todas las formas de vida y expresiones de una sociedad determinada”.
Los derechos culturales son parte integrante de los derechos humanos. ¿Cómo trabaja en el marco de la identidad cultural, en relación con estos derechos?
Déjame decirte que la cultura como un derecho humano es el paradigma de nuestra organización, es la bandera que izamos en todo el país. Voy a darte algunos ejemplos de cómo trabajamos los derechos culturales: dar las posibilidades abiertas a niños y niñas, jóvenes y adolescentes de estudiar música con las condiciones básicas y necesarias, logrando así que valoren la música nicaragüense. El suscribir convenios con las alcaldías para involucrarse con el desarrollo cultural del municipio y a su vez los grupos involucrarse en el desarrollo local de su territorio. Al trabajar así nos permite lograr la identidad cultural, un ejemplo es en El Rama, la composición y arreglo de la misa Rameña con 12 temas propios con ritmos regionales y norteños.
¿Qué visión tiene usted de los programas culturales, garantizan la producción de los conocimientos a los grupos y talleres locales, comunales y artesanales, en marco referencial y potencial de los valores municipales y nacionales?
Nuestra visión se basa en el desarrollo humano a través de las artes. Un ejemplo de esa visión es el informe de investigación sobre la cultura y el desarrollo humano, aportes del consorcio Plan de Desarrollo de las Artes Nicaragüenses que tuvo como objetivo saber qué impacto ha tenido la formación artística y cultural en la vida de los niños, niñas y adolescentes de la ciudad y el campo, así como en el desarrollo local y en el crecimiento cultural de sus comunidades. La cultura y el desarrollo son dejados a un lado en el debate diario de las personas tomadoras de decisión. Muchas veces las cuestiones
culturales son limitadas al problema de la escolaridad y la producción de espectáculos. Estos asuntos articulados adecuadamente al desarrollo local permitirían potenciar la creatividad y los valores colectivos que fundamentan la identidad de las comunidades y sean a la vez soporte de todo desarrollo económico y social.
¿Existe como política cultural una perspectiva de género, donde destaque la mujer en la producción cultural comunal y nacional?
Existe una política cultural de género como eje transversal en todas las actividades que desarrolla APC, aprobada por nuestra Asamblea General desde 1993. La mujer ha alcanzado una notable participación en el canto y en la música, en donde han demostrado una gran sensibilidad por la creación musical, convirtiéndose en importantes instrumentistas. Esta participación no evita la polémica en el entorno familiar urbano y rural, dándonos la oportunidad de contribuir a mejorar las relaciones entre los integrantes de las familias de nuestros asociados.
Para nosotros derechos no solamente es el que las mujeres participen como sujetas del arte y la promoción del mismo, sino también buscar equilibro promoviendo la participación de los hombres en aquellas esferas tradicionalmente reservadas a las mujeres como la danza o el coro.
¿Qué papel juegan los instructores de arte en la promoción de la cultura popular?
El arte en Nicaragua se ha caracterizado por reflejar los problemas más sentidos de la sociedad. Desde El Güegüense hasta nuestros días las y los artistas han hecho de su obra creadora una denuncia y una búsqueda. Los instructores de artes son los promotores de la cultura popular, haciendo énfasis en la calidad de los procesos de creación y en la obra final. Una de sus funciones principales es su carácter social y educativo, para invitar a las comunidades a la reflexión y a la toma de conciencia alrededor de sus propios problemas.
¿Cuál es el impacto que ha tenido el Plan de Desarrollo para las Artes Nicaragüenses en la cultura nacional?
El impacto que ha tenido es vital en la vida nacional. Se ha logrado una mejor relación entre hombres y mujeres a través de la convivencia artística. Con los talleres de género, las actividades lúdicas, así como las gestiones y viajes a las presentaciones de los grupos forman un marco propicio donde se fortalece la unidad familiar y comunal, a través de la hermandad, la fraternidad y la solidaridad. Sus conductas han cambiado, especialmente de los niños, niñas y jóvenes, al mejorar su desarrollo humano espiritual a través del arte.
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