Por Suad Marcos Frech
¿Qué debo decirles a mis recuerdos?
Que vacío mi ansiedad
en aromas de sonrisas; que contemplo la ilusión y la esperanza
acompañada del silencio;
que tengo sumas incontables
de afectos,
de abrazos,
canciones y palabras.
¿Qué más debo decirle a los recuerdos?
Que constantes frases viven detenidas
en un canto de armonía.
Decime,
¿Qué debo decirle a los recuerdos?
Que las luciérnagas se sosiegan en mi piel,
que el tiempo palpita ardiente
-centinela de la tormenta
que jadea en mis escritos.
Que al compás taciturno obligo
a la nostalgia a hurgar en la paciencia.
Que perdurable me proclamo
cuerpo y alma libres,
una poeta
que arde en horas sin tregua
repletas de intensas emociones.
Mis palabras transitan continentes
sujetan abrazos aromados,
custodian secretos remansados en mis ojos.
Esparcida en madreselvas
luzco
ataviada de poemas.
Entrelazada al vacío retoño en flores de todos los colores;
renuevo la morada,
la lleno de palabras
que derraman amor inacabado.
En su loza cincelo espigas
impregnadas de mis lágrimas;
descienden estrellas y jazmines.
Me sumerjo en su mármol.
Me uno a su ausencia.
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