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¿Quieres ser médico, hijo mío?

Aunque los médicos son formados para escribir textos breves con especificaciones explícitas, el doctor Enrique Alvarado, pediatra y cirujano, ha sacado a luz pública su tercer libro, una obra de memorias que recorre su vida y la de su familia, desde cuando era un niño amado por su madre y todos los adultos a su alrededor, pasando por su etapa de joven estudiante apoyado por su padre, el doctor Humberto Alvarado Vásquez, importante personaje político y médico de Nicaragua.

Por Karly Gaitán Morales

Aunque los médicos son formados para escribir textos breves con especificaciones explícitas, el doctor Enrique Alvarado, pediatra y cirujano, ha sacado a luz pública su tercer libro, una obra de memorias que recorre su vida y la de su familia, desde cuando era un niño amado por su madre y todos los adultos a su alrededor, pasando por su etapa de joven estudiante apoyado por su padre, el doctor Humberto Alvarado Vásquez, importante personaje político y médico de Nicaragua. Además narra con grandes detalles su etapa como estudiante de Medicina en México D.F., al regresar a Nicaragua graduado en diciembre de 1960 y volver a México con el objetivo de estudiar una especialización para estar nuevamente en Nicaragua en marzo de 1966 e iniciar su carrera como médico en el Hospital El Retiro de Managua, por cuya consulta clínica han pasado cuando eran niños tantos personajes de la vida cultural y económica actual.

La obra, prolongada por el escritor Sergio Ramírez Mercado y comentada por el doctor Emilio Álvarez Montalván y por Joaquín Absalón Pastora, está escrita con un estilo coloquial asequible, no se encuentra en ella ningún término médico que interrumpa la fluidez literaria con la que se narran las anécdotas ocurridas en Masaya, su ciudad, otras aventuras respecto de su relación social con vecinos, otros médicos, en la política, en la cultura y en el desarrollo y evolución de la medicina clínica en Nicaragua durante la segunda mitad del siglo XX.

Por sus páginas aparecen experiencias narradas con detalles asombrosos, así como la mención de nombres, lugares, situaciones, acontecimientos políticos, que involucra una serie de personajes conocidos. El estilo y tono narrativo obedecen a una historia que se cuenta a personas jóvenes, esto se observa por sus instrucciones y especial mención de introducciones a ciertos temas, lo que significa que para entenderla a profundidad y con claridad no es necesario ser un conocedor de la historia de la medicina y social del país en los tiempos que se narran y tampoco haber estado en esos lugares y situaciones o haber formado parte de la presente historia. La estructura narrativa está compuesta por capítulos cortos, con relatos interesantes que permiten una fácil y agradable lectura, además de las frases de las que hace uso para darse a entender mejor, frases de Jorge Luis Borges, Umberto Eco, Simón Bolívar, Charles Dickens o el periodista Fabián Medina Sánchez, entre otros.

Pero sobre todo, lo que hace de este libro un verdadero aporte historiográfico y patrimonial es su importancia en la historia reciente —últimos cincuenta años— de la Pediatría en Nicaragua, con la que el doctor Enrique Alvarado por medio de su participación y empuje logró contribuir en gran manera desde su posición en cargos importantes que ha ocupado en hospitales, misiones médicas y el mismo Ministerio de Salud.

La Prensa Literaria

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