Por Franklin Caldera
Si bien Sydney Lumet (1924-2011) pertenece a la generación de cineastas surgidos de la televisión (Joh Frankenheimer, Sydney Pollock, Arthur Penn, etc.), debe ubicarse de forma más significativa entre los cineastas-cronistas de Nueva York y, más específicamente, entre los de ascendencia judía (Woody Allen, Paul Mazurski, etc.), interesados en explorar fenómenos contemporáneos en esta y otras urbes desde variadas perspectivas étnicas.
El cine estadounidense se identifica más con Hollywood, pero Nueva York ha sido siempre uno de los lugares de filmación más usuales. Uno de los primeros filmes rodados en la Gran Manzana fue Relámpago (Speedy, 1928), con el comediante Harold Lloyd y el jonronero Babe Ruth.
También ha sido local de filmación de películas independientes como El pequeño fugitivo (1953) de Ray Ashley, Morris Engel y Ruth Orkin; y de muchísimas películas con temática social, como Nido de Ratas , de Elia Kazan, cofundador del mítico Actors Studio de Nueva York.
Veterano de la II Guerra Mundial, Lumet pasó del teatro a la televisión y de la televisión al cine. No es casual que su primera película fuera Doce hombres en pugna (1957), Oso de Oro en el Festival de Berlín, versión cinematográfica de un teledrama transmitido originalmente en vivo, sobre las deliberaciones de un jurado de conciencia para determinar la culpabilidad o inocencia de un joven hispano acusado de asesinato.
La dinámica del argumento a base de diálogos en un local único apuntaba hacia el teatro filmado; pero la planificación (cortes y ángulos de cámara) y la tónica emocional (la tensión propia del thriller) confirmaron a Lumet como un auténtico director cinematográfico.
Henry Fonda (en el papel originado por Bob Cummings en la televisión) representa una versión idealizada del norteamericano medio, con formación jeffersoniana, que debe lidiar con los prejuicios y el racismo circundantes (reflejados en el personaje interpretado por Lee J. Cobb).
Como parte del grupo de directores que convivieron con la contracultura hippy, Lumet adoptó siempre posiciones contestatarias ante temas de actualidad como la corrupción policial, en Sérpico (1973), con Al Pacino, y El príncipe de la ciudad (1981); o el poder de los medios de difusión masiva en Tarde de perros (1975), con Pacino, y Poder que mata (Network), por la que el guionista Paddy Chayefsky y los actores Faye Dunaway, Peter Finch y Beatrice Straight fueron premiados por la Academia. Las tres primeras se rodaron en Nueva York. Network está ambientada en esa ciudad, pero los interiores se filmaron en un estudio canadiense.
Lumet, como Chaplin, Welles y Hitchcock, nunca ganó un Oscar competitivo. En 2005 se le otorgó una estatuilla conmemorativa, aunque a diferencia de los tres mencionados (y otros como John Ford), carecía de un estilo cinematográfico característico que lo situara en la categoría de auteur (“creador”) acuñada, para los directores de cine, por los críticos de Cahiers du cinema.
Su experiencia en el teatro se manifestó en excelentes versiones cinematográficas de obras de grandes dramaturgos como Tennessee Williams: El hombre de la piel de víbora (1960; con Marlon Brando y Anna Magnani); Arthur Millar: Panorama desde el puente (1962; con Raf Vallone); Eugene O’Neill: Largo viaje hacia la noche (1962; con Katharine Hepburn, Ralph Richardson, Jason Robards y Dean Stockwell, premiados conjuntamente en el Festival de Cannes); Antón Chéjov: La Gaviota (1968; con Vanessa Redgrave y Simona Signoret); y Peter Shaffer: Equus (1978; con Richard Burton y Peter Firth).
Otra característica fundamental de Lumet fue su excepcional habilidad en el manejo de los actores. Prácticamente rescató la carrera de Sean Connery de un seguro encasillamiento, al dirigirlo en el papel protagónico de La colina de la deshonra (1965), drama de conflictos personales en un campo disciplinario británico que demostró el talento dramático del astro escocés.
En 1964 dirigió a Rod Steiger en El prestamista , insuperable como un judío que debe sobrevivir las hostilidades del ambiente neoyorquino y sus recuerdos de los campos de exterminio. En Asesinato en el Expreso de Oriente (1975), rodada en Inglaterra, sobre la novela de Agatha Christie, logró crear un estilo de actuación armónico con un reparto heterogéneo que incluyó a Albert Finney (como Hércules Poirot), Lauren Bacall, Vanessa Redgrave, Anthony Perkins, John Gielgud e Ingrid Bergman, ganadora de su tercer Oscar por este filme.
Otros filmes de interés en la extensa carrera del diminuto director (medía cinco pies, dos pulgadas de estatura) son Límite de seguridad (1964), con Henry Fonda en el papel de un presidente que enfrenta una inminente hecatombe nuclear; El Grupo (1966), novela de Mary McCarthy (con Candice Bergen y Joan Hackett); El mago (1978), versión musical de El mago de Oz con actores de color (Diana Ross, Michael Jackson y Nipsy Russell); El veredicto (1982), novela de David Mamet con Paul Newman como un abogado alcohólico; y Antes que el diablo sepa que estás muerto (2007) con Philip Symour Hoffman.
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