Por Marta Leonor González
Fabio Mendoza es un poeta rameño. Nació un 11 de mayo de 1965 . Es contador y periodista. Todavía no ha publicado sus libros de poesía y para este año tiene previsto editar su primer poemario titulado Musa en fuga.
De su carrera de escritor comenta que desde sus estudios de secundaria sintió una inclinación por las letras. “Poco a poco al pasar de los años me di cuenta que la poesía me llamaba con insistencia, entonces fue cuando leí a Rubén Darío y Juan Ramón Jiménez”.
También dice que a los 12 años escribió sus primeros versos y luego los tiraba a la basura para echarlos al olvido. “Después de los 25 años no aguanté más, fue cuando sentí la necesidad de expresarme a través de la poesía”, comenta.
Para Mendoza la poesía tiene un valor en estos tiempos, la que según su percepción está vinculada a los tiempos bíblicos. “La poesía ha tenido un valor excepcional. En nuestros días sigue siendo igual, la poesía será siempre un aroma obligado en el respirar de los pueblos”.
De cómo es visto el poeta en El Rama, Mendoza advierte que “hay diversidad de opiniones para los poetas, lo cierto es que hemos estado moviéndonos intensamente debajo de las hojas del anonimato en El Rama, pues la agente empieza a admirarnos. Después del recital del 11 de mayo, todos los presentes fueron bañados con el rocío de la poesía y ya están pidiendo los poemas que escucharon”.
Sobre su poesía y las influencias que ha tenido en su creación poética expresa sus visiones: “El lugar donde uno nace y se crece se encuentra en el árbol vital de la inspiración, en cada poema habrá un trocito del lugar de uno. El Rama es musa de los poetas, David McField, Iván Uriarte y Ariel Montoya que han escrito bellos poemas sobre esta ciudad, lo que significa que somos tierra de poetas, en este lugar de palmera, arena, ríos y sol”.
Pero entre las huellas que va dejando un poema, Mendoza reitera: “Es una marca imborrable, una huella que en la erosión del tiempo tiene cabida. La poesía ha llegado para quedarse sin contemplación en la mente de las personas. Un poema es una lección de vida”.
De sus visiones del porqué la poesía de El Rama es poco conocida, recrea: “Es muy sencillo, abrirse paso a las publicaciones en mi país es difícil, siempre hay puertas cerradas, cuando uno golpea la puerta hasta las rendijas se cierran, como que si las editoriales son exclusivas para unos pocos. No hemos encontrado apoyo para publicar. Ya hicimos un alto, tenemos una cuenta en Facebook que se llama Poetas de El Rama, ha sido impresionante, mucha gente del mundo nos lee y hemos recogido opiniones positivas. Después del recital que celebramos esta semana, Nicaragua se dio cuenta que a 292 kilómetros de la capital hay poetas haciendo buena poesía”.
De sus aficiones y manías con las artes y la poesía en su obra literaria el escritor reacciona diciendo: “Mis aficiones, obsesiones y manías las voy encontrando como pinceladas en el camino de la poesía”.
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