Por Raul Xavier García
AQUÍ, ASÍ VIVIMOS
Es imposible no llorar al ver pedir
un pedazo de pan a un niño,
y no tener nada que dar
ni un poco de los que han comido otros.
Quiero creer en cualquier momento
han de venir otros amaneceres.
Y que se apaguen esas voces oscuras
del pasado que duelen
y difícil de olvidar.
Cada vez nacen más niños
sí,
pero son los pobres los que mueren.
Así vivimos violentos o dormidos.
LOS RECUERDOS QUE OLVIDAMOS
Los recuerdos del pasado
son muchos. Algunos están vivos
y brillan con mayor intensidad
en lo inmóvil del espacio.
De allá
nos ven cruzar lo desconocido
cerca del calor del sol
apagándose unos a los otros.
Y porque son útiles y necesarios
no lo puedes olvidar ni destruir
sus alas,
como a veces quisieras.
LLEGO A SU FIN
Cuando todo esto llegue a su fin
después de tanto caminar.
Dirás entonces: Quiero agua
y esa sed será eterna.
Es difícil engañar a todos
y a todos a la misma vez.
Es por eso que
abriré el pasado, y cerraré las sombras
para no ver, ni oír que te digan:
todo eso era tuyo
los sueños de todos estos años,
también se han ido.
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