Continuando con el tema de los carbohidratos, en esta ocasión les escribo sobre granos como el trigo, el arroz o la avena y “la panza”.
Los granos contienen almidones clasificados en dos tipos: amilopectina A y amilosa.
La amilosa no es tan digestible como la amilopectina A y por lo tanto mucha de la amilosa llega entera al colon, es decir, no se puede digerir la cadena de los almidones y las calorías no entran en el cuerpo.
En cambio, la amilopectina es fácil de digerir y convertir en glucosa (“azúcar en la sangre”), es absorbida rápidamente y causa la producción de insulina y el depósito de grasa, principalmente en la panza. Dichas comidas tienen un “alto índice glucémico, estimulan la insulina que, sobre el estrecho de años, puede resultar en el síndrome metabólico que incluye enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2, y fue el tema de una columna anterior.
Otros carbohidratos, como frijoles o bananos, también contienen amilopectina, pero con otras estructuras que no son convertidas a azúcar en la sangre, tanto como la del trigo.
¿El trigo siempre ha sido así? Les responderé en la próxima columna.
El nuevo curso de cocina “Menos carbohidratos, más nutrientes” continúa en Ola Verde.
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