Auxiliadora Rosales
En las celebraciones navideñas y de fin de año los casos de depresión aumentan hasta en un cuarenta por ciento, según estudios internacionales. Las causas recurrentes, según los investigadores, es que la fecha es propicia para extrañar a un ser querido ausente, la lejanía de la familia y hasta la falta de empleo y dinero para poder estar a tono con las compras y regalos propios de la temporada.
En esta época no solo los centros comerciales se ven colmados de visitantes, ya que también los consultorios psicológicos son de los sitios más visitados en este mes de diciembre.
“En esta temporada las personas visitan más a los psicólogos, principalmente porque muchos se llenan de nostalgia y es motivo de depresión, añoranza y buscan ayuda para poder llevar la carga emocional que esta temporada les trae”, expresa la psicóloga Ledia Gutiérrez, de la Clínica Mente Sana.
Gutiérrez considera que por esta causa el índice de suicidio se eleva entre diciembre y enero, debido a que las personas no pudieron manejar su situación emocional y posiblemente se hayan refugiado en el alcohol y otras drogas.
La Organización Panamericana de la Salud/ Organización Mundial de la Salud (OPS/ OMS) considera la depresión como un problema de salud pública y una prioridad dentro de la Estrategia Regional de Salud Mental para América.
Esta depresión navideña, por así decirlo, cumple todas las características de la depresión común.
“Es un trastorno mental que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración. Se tiene una visión negativa de lo que la rodea y cualquier actividad le resultará complicada de llevar a cabo”, precisa la psicóloga de la Clínica Mente Sana.
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