Elba Cristina Parrales
Es usual que a inicio de año las personas se propongan metas profesionales y personales. También podrían incluir en sus propósitos redecorar la casa y mantenerla así durante todo el año.
Pequeños cambios como el color de las paredes, tapizar los sofás, aprender a hacer centros de mesa, cabeceros y demás adornos con materiales reutilizables son cambios positivos que renovarán energías, explica la psicóloga Nidia Pasquier.
Durante un año se tiende a acumular muchos accesorios. Por eso, lo más recomendable es dedicar un tiempo del día para realizar un inventario de las cosas que se tienen, las que podrían componerse si están dañadas y las que podrían donarse o reutilizarse. De esta manera se evitará acumular objetos que no se ocupan.
“A veces es difícil desprenderse de un objeto porque le damos un valor emocional, pero guardar es sinónimo de carencia. Acumular, por ejemplo, ropa, zapatos, muebles viejos, documentos desfasados, ocupan lugar en la casa y esto de cierta manera impide que se pueda hacer un cambio y crea inestabilidad”, explica Pasquier, quien además aconseja hacer pequeños cambios en la decoración y cambiar de posición los muebles puesto que psicológicamente es sano.
El mundo de la decoración está en constante movimiento y cada vez recibe más influencias del mundo de la moda y el diseño de cada temporada.
En cuanto al color de las paredes, además de limpiarse, le darán otro aspecto a la casa. La psicóloga Pasquier aconseja utilizar colores pasteles para crear un ambiente relajado. Al igual que la arquitecta de interiores, Débora Mendoza, catedrática en la Universidad de Ciencias Comerciales, quien recomienda el color verde, porque representa vida, esperanza, naturaleza, armonía, crecimiento, frescura y estabilidad. Además, es un tono ideal que habla por sí mismo del verano.
“Es bueno involucrar los muebles con colores de la naturaleza para que inspiren al descanso y relajación”, afirma la arquitecta.
Débora Mendoza explica que en este año nuevo se está utilizando el término “hilo conductor”, que quiere decir pintar de un tono más fuerte una de las cuatro paredes de un ambiente y se repite este concepto en cada ambiente de la casa. De esta manera los ambientes se conectan y se conducen a la armonía.
“Existe un color primario del círculo del color, que se puede utilizar en diferentes tonos de degradación. Es el color azul, el cual está presente en las paredes, en los papales pintados y en los textiles. Por eso resulta sencillo introducir este color que acompañado del blanco siempre transmite un mensaje de luz, energía y positivismo”, recomienda la arquitecta.
Otra tendencia en cuanto a paredes es utilizar imágenes, también en cielos y puertas. “Si una habitación tiene paredes de un solo tono, se puede colocar imágenes en adhesivos de vinilo para decorarlas, también combinar los colores de dichas imágenes con la ropa de cama y utilizar colores totalmente distintos y que contrasten para las cortinas o alfombras. La idea es dejar a un lado lo que ya está establecido y dejar a la imaginación el uso de los colores”, recomienda Mendoza.
Para renovar no es necesario comprar muebles nuevos, pintarlos o restaurarlos es una opción para ahorrar más dinero y personalizar más los espacios. Hay muebles que no nos gustan demasiado o están desfasados, pero estos muebles perfectamente pueden ser una oportunidad de aprovechar nuestras herramientas para restaurarlos y desarrollar la creatividad que llevamos dentro y darle un toque personalizado.
Uno de los aspectos más importantes en el diseño interior de casas es la colocación de los muebles, ya que ubicarlos en espacios reducidos es muy distinta cuando se cuenta con suficiente espacio. Hay que tomar en cuenta siempre la luz, los colores, los cuadros, las formas y la organización del conjunto. Y sobre todo, organiza un espacio que sea de tu agrado y que refleje tu personalidad y preferencias. Así tu hogar logrará tener personalidad propia a través del diseño interior y la colocación de los muebles.
Es vital sentirnos confortables en un ambiente agradable para permanecer por muchas horas y recibir con gusto a las visitas.
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