Auxiliadora Rosales
La obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial, según lo afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su sito web.
Sus estadísticas revelan que cada año fallecen por lo menos 2.8 millones de personas adultas como consecuencia del sobrepeso o la obesidad, quinto factor principal de riesgo de defunción en el mundo.
Lo peor de esta epidemia es que según cálculos de esta organización en los países en desarrollo viven cerca de 35 millones de niños con sobrepeso, quienes serán los futuros adultos con obesidad mórbida.
La mayor preocupación por la prevalencia de la obesidad a nivel mundial se debe a su asociación con las principales enfermedades crónicas, tales como: cardiovasculares, diabetes, hipertensión arterial y varios tipos de cáncer.
“A mayor obesidad, mayores cifras de morbilidad y mortalidad por estas enfermedades”, indica la OMS.
EN CIFRAS
Según el Informe sobre la salud de la OMS en el mundo mueren 57 millones de personas al año, el aumento de las enfermedades crónicas es el responsable del 46 por ciento de la morbilidad global.
Estos porcentajes van en aumento y la tendencia es que en el 2020 las enfermedades no transmisibles o enfermedades crónicas serán la causa del 73 por ciento de las defunciones y del 60 por ciento de la carga mundial de enfermedad.
SIN EXCEPCIÓN
De acuerdo con la doctora María Luz André, de la clínica Tulipanes Spa, “gran parte de los padecimientos que originan las principales causas de muerte en el mundo provienen de la obesidad. Ahora es denominada por los expertos como la enfermedad del nuevo siglo, la que afecta a todos los países por igual, y Nicaragua no es la excepción”.
UNA VERDADERA ENFERMEDAD
Para Luz André en nuestro país es notable el incremento de personas afectadas por este mal, el cual no discrimina edad, sexo, raza ni estatus social.
“Aquí, tanto la ciudadanía en general como el propio Ministerio de Salud (Minsa) no perciben la obesidad como lo que verdaderamente es: una enfermedad, pues no existe ningún área de salud orientada a la atención especial de este tipo de pacientes”.
La experta indica que antes se consideraba que el problema de obesidad y sobrepeso era exclusivo de los países desarrollados; sin embargo, hay afectaciones claras en los países en vías de desarrollo como Nicaragua, en donde el problema se eleva considerablemente en las zonas urbanas, sobre todo en los jóvenes y niños en edades muy tempranas.
“El sedentarismo, además de los desórdenes y malos hábitos alimenticios, conforman la causa principal para que se desarrolle esta enfermedad de manera silenciosa”, precisa la nutricionista, quien añade que lo más alarmante para los médicos es el aumento de la obesidad en los sectores más jóvenes de la nación.
“Los niños, adolescentes y jóvenes de hoy tienden a elevar su peso por la facilidad que tienen de consumir golosinas, comida chatarra y las populares fritangas. Además, arrastran un mal hábito alimenticio, heredado de los padres, que ha incidido en el incremento del rango de obesidad en niños de entre 4 y 7 años”.
LAS CAUSAS
Según la OMS la causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. Esa acumulación anormal o excesiva de grasa es perjudicial para la salud.
“En el mundo se ha producido un aumento en la ingesta de alimentos hipercalóricos que son ricos en grasa, sal y azúcares, pero pobres en vitaminas, minerales y otros micronutrientes y un descenso en la actividad física como resultado de la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, de los nuevos modos de desplazamiento y de una creciente urbanización”, asegura la doctora María Luz André.
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