La cúrcuma es otro tesoro de Nicaragua poco apreciado aquí. Es conocido por su rol en darle colores al curry y a la mostaza. En la medicina Ayurveda del oriente, la cúrcuma es un antinflamatorio potente como aquellos de “motrin”, pero la cúrcuma no produce toxicidad.
Como antioxidante, la cúrcuma puede neutralizar algunos de los radicales libres, lo cual es importante en enfermedades como artritis, donde los radicales libres promueven la inflamación y el dolor en las articulaciones. Su rol más interesante es en el tratamiento de enfermedad de Alzheimer (EA), debido a que la deposición de la proteína beta-amiloide es característica de cerebros afectados por EA. La inhibición de la generación o deposición de la proteína beta-amiloide es considerada como una estrategia terapéutica atractiva para la EA. Dosis bajas de curcumina sobre períodos largos son efectivas para reducir el 40 por ciento de los síntomas en animales y en disminuir un 43 por ciento de la “carga de la placa” que estos beta-amiloide tienen en el cerebro.
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