Si desea un ambiente tranquilo, las cafeterías de la capital son una buena opción. Iniciemos el recorrido por La Casa del Café. Es considerado el primer Café-restaurante que se abrió en Nicaragua, en la década de los 90.
Su diseño está inspirado en una casa hacienda, lo que ha logrado que en plena ciudad capital se disfrute de un ambiente relajado que invita a una reunión, con amigos, pareja o compañeros de trabajo, para gozar de una buena conversación.
Empezó a marcar la diferencia con la elaboración de su propia pastelería y actualmente ofrece una variedad de cafés que van desde calientes hasta helados. La hacienda de La Casa del Café está situada junto al parque de Altamira, detrás de la embajada mexicana. Tiene más de 16 kioscos en toda la capital y presume de tener el mejor café de Nicaragua. Aquí también podrá encontrar ensaladas y desayunos típicos.
Más al sur de la capital tiene otra opción, Café Las Flores. Su diseño es ecléctico y combina el ambiente de campo con la modernidad.
En 2007 esta cafetería abrió sus puertas en Viejo Santo Domingo y posteriormente lo hizo en el kilómetro 6.5 de la Carretera a Masaya.
Café Las Flores es todo un concepto de productos de alta calidad, muestra de ello es que además de presumir uno de los mejores café del país, ofrece panadería hecha en casa con la mejor materia prima. La recomendación aquí es el típico floreccino, el cual tiene un precio de 3.25 dólares.
Además de cafetería, funciona muy bien como un sitio donde leer o escribir. Usted decida dónde quedarse: afuera o adentro. Las mesas esperan por usted.
Una de las particularidades que encontrará en este café es que el grano está lleno de frescura, ya que del tostado pasa al consumo.
La garantía de estos dos lugares es que cuando salga se va sabiendo que hay quienes sí aman el oficio de dar, a través de una taza de café.
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