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LA PRENSA/AGENCIA

Entrega total

En el universo de sentimientos que posee el ser humano hay uno que suele prevalecer por encima de los demás en nuestras relaciones: el amor.

Geraldina González C.

En el universo de sentimientos que posee el ser humano hay uno que suele prevalecer por encima de los demás en nuestras relaciones: el amor.

Y es que existen diversas manifestaciones de amor según nuestras relaciones. Incluso en la Biblia se mencionan tres tipos de amor: el amor ágape, conocido como el amor incondicional, semejante al amor de Dios por nosotros. El amor filial, que es el amor que sentimos por nuestra familia, y el amor eros, que es el ligado a la sensualidad y sexualidad.

Por nuestra naturaleza delicada, las mujer solemos vivir con mayor intensidad el amor, quizás no signifique que amemos más que los hombres, pero tenemos mayor facilidad para expresar nuestros sentimientos. Esto puede deberse también a los permisos sociales que desde siempre nos han impuesto, pues se considera “normal” que una mujer demuestre con mayor libertad sus sentimientos, sobre todo cuando de amor se trata.

Alguna vez te has preguntado ¿qué es el amor? El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española lo define como el “sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser”.

Sí. Los seres humanos estamos diseñados para compartir nuestra vida con otra persona. Cuando esa unión se basa en un sentimiento puro como el amor, puede durar mucho tiempo.

Todas las mujeres en alguna ocasión nos hemos enamorado, hemos llegado a sentir y despertar amor en una persona. No hay quien se escape de haber imaginado un cuento de hadas con el príncipe azul que nos amaría para toda la vida.

Reconocemos la emoción y la sensación ligeramente nerviosa cuando el caballero que nos roba los suspiros se aproxima a nosotras. Nuestro cuerpo reacciona, y automáticamente empezamos a percibir la vida de una manera más agradable.

Según la especialista Ana Salgado, terapeuta sexual y de parejas, el amor no es lo mismo que el enamoramiento, porque “el enamoramiento se mira exactamente igual entre hombres y mujeres debido a que es un proceso totalmente hormonal. Las mismas hormonas se segregan y por lo tanto se manifiestan los mismos comportamientos”, explica.

Cuando nos enamoramos, todo nuestro mundo gira en torno a esa persona. Por ejemplo: queremos hablar solo con ella, pensamos todo el día en ella y hablamos de ella a las demás personas. En fin, es una especie de obsesión sana con la persona que nos inspira este sentimiento, explica la especialista.

De acuerdo con la psicóloga Ledia Gutiérrez, las mujeres solemos ser más emocionales y tendemos a expresar nuestro amor con demostraciones de todo tipo, “nos entregamos con el fin de vivir intensamente la relación”, asegura.

¿Todo por amor?

Cuando nos enamoramos solemos darlo todo por esa persona, nos enfocamos en todo lo que tenga que ver con él o con ella. Sin embargo, existe una delgada línea entre amar a una persona y vivir por ella, cayendo en la sumisión.

“La mujer suele ser más apegada al mandato de ser para él, es fiel cumplidora de la responsabilidad de una relación y la toma muy en serio. Además, confía en que de igual manera va a recibir todo lo que está entregando”, asegura Gutiérrez, quien agrega que hay ocasiones en que la mujer suele ser más permisiva, llegando incluso a soportar maltrato físico y verbal por amor a su pareja.

Hay quienes son capaces de permitir comportamientos que normalmente no tolerarían, cuando estos vienen de la persona amada, por el temor a que la relación acabe y a la soledad.

Por otra parte, podría suceder que la persona enamorada acceda a sacrificar ciertas actividades, relaciones o costumbres para mantener una buena relación con la pareja. Esto puede suceder tanto en mujeres como en hombres.

Sin embargo, Salgado explica que cuando se trata de amor verdadero no existe sacrificio, sino un término más suave: renuncia.

“Por amor nada se sacrifica, porque el amor no significa sacrificio. Uno puede renunciar, que es un término diferente. La renuncia no te pesa porque te haces responsable de ella”, señala.

Un ejemplo de ello es decidir cuánto de nuestro tiempo libre compartiremos con las amistades y cuánto con nuestra pareja.

“Si yo considero que lo mejor es mantener un balance, digamos, de siete días de la semana, paso cuatro con mi pareja y tres con mis amistades, eso es lo que haré, pero tengo que hacerlo con gusto si es amor”, explica Salgado.

Mi pareja debe ser…

Cuando una mujer está abierta a la posibilidad de entablar una relación puede que tenga un cierto esquema de las cualidades que debería tener su pareja.

Casi por naturaleza, las mujeres solemos buscar alguien que nos brinde seguridad y apoyo incondicional.

“La mujer tiende a buscar ciertos elementos, como sentirse protegida. Mientras más protegida, más amada se siente, aunque también hay otro tipo de mujeres que tienden a querer proteger. Es el caso de aquellas que son muy maternales con la pareja. Por lo general las mujeres tendemos a ser cariñosas”, manifiesta Salgado.

Y es que cuando nos enamoramos aumenta el deseo de compartir todo nuestro tiempo con esa persona y procuramos únicamente su bienestar, facilitando la manifestación de los sentimientos, sobre todo en las mujeres.

Por eso, la psicóloga Gutiérrez explica que cuando una mujer tiene una relación espera una entrega total, similar a lo que ella ofrece. Añora que su pareja le sea fiel y así poder demostrar que la pareja es solo de ella.

Ana Salgado destaca que cuando buscamos una pareja, generalmente nos sentimos atraídas por la persona que nos refleje la herida más profunda que tengamos.

Por ejemplo, una mujer que haya tenido padres alcohólicos se inclinará más por un hombre alcohólico. De igual manera, si tuvo padres que abandonaron el hogar, tendrá cierta atracción por personas que en un futuro también lo harán. La manera indicada para romper esa cadena, asegura Salgado, es trabajar esa herida.

“Mientras esa herida no le deje de doler, no va a dejar de buscar eso. Hay que trabajar la herida porque mientras no haya aceptado y perdonado de verdad, no le va a dejar de pasar”, explica Salgado.

Recordemos que la intensidad con la que mujeres y hombres amamos puede ser igual, la diferencia está en cómo lo manifestamos. Las mujeres solemos siempre demostrar más nuestro amor, ya sea a la pareja, familia, hijos o amigos.

Nosotras amor Pareja

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