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La mujer tras el telón

Cuando alguien le pregunta sobre su llegada a Nicaragua, Lucero Millán se recuerda de chavala, cuando a los 19 años decidió conocer este país, a pesar de la negación de sus padres, “vine tras la utopía”, dice Millán. Se refiere al contexto de la revolución de 1979. El tiempo pasó y Millán, estudiante de literatura dramática y teatro en México, decidió quedarse. Fundó el Teatro Justo Rufino Garay y disfrutaba el sueño de un país que empezó a amar como suyo.

Por Róger Almanza G

Cuando alguien le pregunta sobre su llegada a Nicaragua, Lucero Millán se recuerda de chavala, cuando a los 19 años decidió conocer este país, a pesar de la negación de sus padres, “vine tras la utopía”, dice Millán. Se refiere al contexto de la revolución de 1979. El tiempo pasó y Millán, estudiante de literatura dramática y teatro en México, decidió quedarse. Fundó el Teatro Justo Rufino Garay y disfrutaba el sueño de un país que empezó a amar como suyo.

:::¿Vivió ese sueño, esa utopía?

Sí. Especialmente en los primeros años de la revolución. Son los años que como chavala fui más feliz. Vine admirada por la gesta de un pueblo que se levantaba y me generaba mucha admiración. Quise ser parte de ese proceso y aprender de lo que este país estaba viviendo y aportar humildemente lo que estuviera dentro de mis posibilidades.

:::Y nace el Justo Rufino Garay…

Fijate que yo en México tenía otro planteamiento. Quería ser yo la actriz. Aquí en Nicaragua me di cuenta que era más importante que actuaran jóvenes nicaragüenses. Sacrifiqué mi parte personal como actriz.

:::¿No se arrepiente?

No me arrepiento porque yo creo que lo más valioso que uno puede tener en la vida es la coherencia y uno en la vida está para servir a las otras personas y en la medida en que uno sirve al otro también la riqueza llega a uno.

:::Debió ser muy difícil al inicio…

Claro. No ganaba suficiente dinero pero me sentía útil y tenía ese sentido de pertenencia, porque estaban ocurriendo cosas que me llenaban.

:::¿Pensó regresarse a México?

Sí. Hubo muchos momentos de crisis en que lo pensé. Momentos en los años ochenta cuando mi hija tenía temperatura y no tenía acceso a alguna acetaminofén para bajarle la fiebre, entre otros momentos. Me pregunté muchas veces en ese tiempo ¿qué hago en este país?

:::No es la primera extranjera que termina viviendo en Nicaragua…

He vivido más años aquí que en mi país. Amo a Nicaragua, tengo 33 años de vivir en este país. Lo más importante que tiene Nicaragua es la gente, es gente amable, franca, sencilla, que te brinda su amistad y no guarda poses. Esto no lo he encontrado en otros países, de manera tan particular, como en Nicaragua.

:::El Teatro Justo Rufino Garay tiene prácticamente el mismo tiempo que usted tiene de vivir en Nicaragua…

Sí. Fue mi compromiso con la gente. El teatro es mi pasión y no podía haberlo hecho de otra forma.

:::¿Cómo se mantiene un teatro en un lugar donde para la mayoría no es la primera opción para visitar?

Que interesante este planteamiento. Pero la realidad no es tan distinta a otros países del mundo. El Justo Rufino ha creado su público a lo largo de estos años, tenemos presentaciones permanentes y otras actividades que nos han permitido permanecer. No somos totalmente autosostenibles, y en el mundo no hay salas de teatro que sean autosostenibles, siempre se requiere el apoyo, incluso del Estado.

:::¿No siempre la sala está llena?

Pero siempre damos la función. Y nos entregamos igual para 100 personas que para una persona.

:::¿Las salas de cine compiten con las del teatro?

Sí, y es una competencia desleal.

:::¿El Estado de Nicaragua apoya la Sala Justo Rufino Garay?

Este año tuvimos apoyo del Instituto de Cultura, pero es un apoyo simbólico. No todos los años nos han apoyado.

:::¿El artista es pasional al extremo?

No sé los otros artistas, pero yo soy completamente pasional. Todas las cosas me afectan para bien o para mal.

:::Esa sensibilidad le debe servir mucho al momento de escribir o actuar…

Por supuesto. Los artistas somos observadores por naturaleza y uno se nutre de eso. El artista aprende de la realidad.

:::¿Esa pasión y sensibilidad la heredaron sus hijos Camilo y Amanda?

Sí. Es difícil que cuando estás tan metido en esto, porque yo vivo teatro cada día, tus hijos no se acoplen. Yo no quería que entraran a este mundo porque es muy sacrificado, pero tanto su padre como yo estábamos en el mundo del teatro y la televisión y siempre andábamos con nuestros hijos, así que le agarraron el gusto. ¿qué se le va a hacer?

:::¿Y dónde están?

Amanda está en Buenos Aires, hace teatro a nivel profesional y en estos días estrenará una obra que ella produjo y actúa. Por su parte Camilo está en el equipo de Televisa, en México, ya hace más de un año es parte de un equipo de realizadores que hacen documentales sociales.

:::¿Ya no se arrepiente de haber dejado que sus hijos corrieran en este sentido?

Yo soy incapaz de prohibir algo a mis hijos o decirle lo que tiene que hacer de su vida porque sería ir en contra de mi propia coherencia. Ellos tenían que conquistar nuevos horizontes.

:::Pero debe ser difícil quedarse callada cuando sabe que pueden equivocarse…

Es muy difícil pero creo que los hijos deben aprender por sí mismos y deben tropezar y aprender a levantarse y seguir. Aunque no sabemos qué puede pasar en un futuro porque mis dos hijos aman Nicaragua y no me extrañaría que en cualquier momento decidan regresar, pero no sería yo quien se los ponga como una exigencia, porque yo misma me salí de mi casa a los 16 años, vivía en Sinaloa y me fui al DF en busca de mi sueño y luego a los 19 me vine a Nicaragua, aunque mis padres no querían.

:::¿Los hijos son prestados?

Pues sí. Algo de cierto hay como en el otro refrán “si amas a alguien dejalo ir, si regresa es tuyo. si no nunca lo fue”. Estoy muy orgullosa de la comunicación que tengo con mis hijos y afortunadamente existen las tecnologías para estar siempre en contacto.

Sección Domingo Lucero Millán

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COMENTARIOS

  1. Angel R Talavera
    Hace 11 años

    Estimada Lucero, Como llego a llamarse Justo Rufino Garay el teatro? Gracias por tu respuesta. Saludos, Angel T

  2. Luz Divina Luz!...
    Hace 11 años

    Dios quiera…que mas Luceros de todas partes del mundo lleguen a
    vivir a Nicaragua…para concientizarnos mas!…porque segun veo
    nuestros faros locales no son suficientes para alumbrarnos a todos!…

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