Julio Portocarrero Arancibia
En respuesta al deseo del papa Francisco, la imagen de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, que desde hace 97 años es venerada en Cova da Iría, Portugal, llegará a Roma el 12 de octubre.
Esto con motivo del acto de consagración al mundo que el papa realizará el día 13 de ese mes, como parte de la Jornada Mariana que en el Año de la Fe, promueve el Consejo Pontificio para la promoción de la Nueva Evangelización.
“María ocupa un papel especial en la Iglesia y confiado en su maternidad divina, el papa ha decidido realizar esta consagración, a semejanza de sus predecesores que también la realizaron”, explica el padre Camilo Díaz, rector del Santuario Mariano Arquidiocesano Nuestra Señora de Lourdes, en Managua.
Según el sacerdote, en Fátima en 1917 la Virgen pidió la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón. Sin embargo, esta consagración que el papa Francisco realizará es global, abarcará a todas las naciones.
“La figura materna en la vida de familia es insustituible. De ahí que el papel de la Madre en la Iglesia es importante; pues Ella está pendiente de los detalles y los valores”, expresa el padre Díaz.
Tal acto de consagración implicará además el compromiso de los fieles para con el evangelio, pues según el padre Díaz consagrarse significa también estar dispuesto.
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