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Peligro latente

La rutina de Margarita, al igual que la de muchas mujeres, se había adaptado a las diversas tareas que demandaba el ser madre, mujer y esposa a la vez. Atendía a su esposo, organizaba el presupuesto del hogar, estaba al tanto de las necesidades de sus cinco hijos y se hacía cargo del negocio familiar que tenían en casa.

 

La rutina de Margarita, al igual que la de muchas mujeres, se había adaptado a las diversas tareas que demandaba el ser madre, mujer y esposa a la vez. Atendía a su esposo, organizaba el presupuesto del hogar, estaba al tanto de las necesidades de sus cinco hijos y se hacía cargo del negocio familiar que tenían en casa.

Con el paso del tiempo la situación económica empezó a decaer, y junto con ella la calidad de vida de su familia. La valentía que la caracterizaba no le permitió compartir con su núcleo familiar los problemas económicos que poco a poco iban encerrándola en un camino sin salida, debido a las deudas adquiridas para mantener el negocio de la familia.

A medida que los conflictos aumentaban, su salud se veía afectada. Algunos dolores repentinos y cambios en su cuerpo la llevaron a buscar una opinión médica que diera respuesta a sus males.

El diagnóstico fue cáncer de mama en etapa avanzada. Lo curioso es que nadie de su familia materna o paterna había presentado esta enfermedad antes, como para aseverar que fue hereditaria.

El estrés generado por la acumulación de los problemas vividos en silencio fue acabando poco a poco con la vitalidad de Margarita. Haber compartido la situación con su familia hubiese aliviado un poco la tensión. Cuando se enteró de la enfermedad ya no había mucho por hacer, y luego de algunos meses su cuerpo no soportó más.

Manifestación silenciosa

El estrés es uno de los padecimientos más comunes en nuestros días. Niños, jóvenes y adultos, se ven afectados por las diversas consecuencias que puede generar en el organismo.

¿Qué lo puede causar? Los problemas de la vida cotidiana, tanto laborales como personales o familiares.

Para el doctor Neri Olivas, especialista en Medicina Interna, el estrés “es un aumento de las tensiones o preocupaciones de la persona, porque no se ajusta con el tiempo para cumplir con todas las ocupaciones que tenía para ese día, o no ajusta con sus ingresos para todos los gastos que tiene”.

Las actividades del día a día nos crean una rutina a la que terminamos adaptándonos. Cuando surge un acontecimiento o alguna condición de último momento que rompe este ritmo habitual de vida, entonces surge el estrés.

Para la psicóloga Ana Bojorge, el estrés surge como una respuesta natural de nuestro cuerpo ante las situaciones identificadas como “amenazadoras” de nuestro ritmo de vida, ya sea de origen físico o emocional.

Más allá de las preocupaciones que nos generan las situaciones inesperadas o de tensión, existen enfermedades que tienen su origen en el estrés, y que de acuerdo con el doctor Olivas son denominadas enfermedades psicosomáticas, es decir que aunque tengan síntomas físicos, las emociones se ven involucradas.

Aunque no se puede determinar con exactitud qué enfermedad nos puede surgir como consecuencia del estrés, el especialista explica que hay personas que ya padecen determinada enfermedad y cuando se someten a una fuerte tensión su situación empeora debido a una somatización de la enfermedad.

“Es muy frecuente que cuando alguien se preocupa le duela el pecho, se le suba la presión o el azúcar si ya padece de diabetes. Hasta un derrame te puede dar”, explica el médico internista.

Dentro de las enfermedades o afecciones más comunes a causa del estrés, el especialista destaca: alopecia o caída del cabello, seborrea, flema en la garganta, acné, dolor de cabeza, migraña, mareos, zumbidos en los oídos, taquicardias, arritmias, bronquitis, gastritis, úlceras, colitis, incontinencia urinaria, picazón de la piel, movimientos involuntarios alrededor de los párpados o la boca, entre otras.

La psicóloga Bojorge comparte que algunos síntomas comunes como jaquecas, dolor de cuello y espalda, opresión en el pecho, palpitaciones, insomnio, disfunción sexual y nerviosismo, pueden ser manifestaciones del estrés a las que no damos importancia.

Al presentar síntomas como cualquier enfermedad física, detectar una enfermedad causada por el estrés requiere estudiarla con detenimiento.

“Se hace una buena historia y un examen físico para descartar que sea una enfermedad física y se pueda tratar como una enfermedad estresante”, explica Olivas.

En caso de detectar una enfermedad psicosomática, al paciente se le orienta algún medicamento relajante y se sugiere realizar algún tipo de actividad que le ayude a liberar el estrés.

Terapias alternativas

El padecimiento es una condición que no se puede evitar, pues a diario nos encontramos ante situaciones que generan tensión de diferentes maneras e intensidad.

Sin embargo, aunque quizás el problema que ocasiona esa tensión no tenga solución, existen diversas opciones que pueden ayudar a liberar el estrés.

La psicóloga Ana Bojorge considera que terapias de relajación, respiración y meditación pueden ser de mucha utilidad para superar el estrés.

“Es importante permitirnos un descanso, tomar vacaciones y practicar algún deporte. Asimismo, cambiar el ambiente físico de forma tal que nos motive a trabajar, pero también que nos permita tomar un descanso”, sugiere.

Realizar actividades físicas como nadar, correr, caminar, llevar una dieta sana sin abuso de cafeína, alcohol y comidas con grasas, también son opciones válidas.

De igual manera, compartir nuestras emociones con amigos o seres queridos nos ayuda a disminuir la carga de tensión que nos generan los problemas.

Realizar actividades comunes como ir al cine, dibujar, leer, escribir, bailar, o cualquier otro pasatiempo puede ayudarnos a superar el estrés. Para el doctor Olivas, lo importante es organizar nuestro tiempo de forma que demos espacio a este tipo de actividades.

“Lo que sucede es que muchas veces llegas tan cansado a la casa que crees que lo mejor es quedarte encerrado, de esa forma uno trata de ignorar el problema y con eso no se supera”, explica el doctor.

Finalmente, como una medida para procurar evitar situaciones estresantes, la psicóloga afirma que es importante organizar nuestro tiempo y priorizar las actividades que demanden mayor importancia.

Tu salud física, mental y emocional son muy importantes. Procura que las situaciones cotidianas no te afecten. Realiza la actividad física que más te guste y no calles tus sentimientos. No todos los finales tienen que ser como el de Margarita.

Nosotras Estrés peligro

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