Fátima Arellano
Cuéntanos un poco más sobre tu estadía en Buenos Aires, que sin duda alguna ha influenciado la creación de tu obra.
En los casi cuatro años que llevo de vivir aquí, he tenido la oportunidad de estudiar con diferentes profesores que me han ayudado a complementar mi formación como actriz. Gracias a ellos he crecido y mejorado mucho. De la estadía y experiencias en Buenos Aires conjugadas con lo que aprendí y viví en Nicaragua pude escribir este texto, el cual representa un gran logro porque nunca estudié dramaturgia, así que es un gran avance en la carrera de una actriz y el logro más grande que he obtenido es poder sacar adelante este proyecto.
Sin ser dramaturga de profesión, imagino que no ha sido nada sencillo todo el proceso de creación de la obra.
En efecto, no ha sido nada fácil, por eso me siento sumamente orgullosa de haberla estrenado y que el público la haya acogido tan bien.
¿Cómo surge Variaciones?
Todo empezó con una añoranza. Estando aquí en Buenos Aires extrañé mi vida en Nicaragua. En esa ocasión tuve la necesidad de escribir sobre el país y empecé a hacerlo sin mucha idea de lo que sería. Ese primer texto, lleno de ideas e imágenes, se transformó en un pequeño monólogo sobre mis memorias de niña en Nicaragua. Luego escribí un diálogo medio en sátira acerca de la ciudad y de que mucha gente en el exterior no tiene idea alguna sobre Nicaragua. Poco a poco fui escribiendo sobre otros temas que me interesaban, pero siempre sobre el mundo interior femenino. Esta es una obra profundamente femenina.
Eres la productora y actriz de tu obra. ¿Así lo concebiste desde un inicio?
En un comienzo pensé en dirigirlo y actuarlo, pero luego me surgieron muchos contratiempos porque las actrices que convocaba aquí en Buenos Aires, si bien les encantaba el texto, no se sentían identificadas por el hecho de que la obra está basada en mi vida en Nicaragua y México. Así que al final, y por consejo de una amiga y de mis padres, decidí volverlo un unipersonal e interpretar todos los roles. La puesta en escena siempre estuvo en mi cabeza, al igual que los vídeos, pero Natividad Martone, la directora del proyecto, supo brindarle valiosos aportes que enriquecieron enormemente la obra. Ella se comprometió desde un inicio y la obra la construimos entre las dos.
¿Cómo se compone tu obra?
Variaciones es un unipersonal donde yo interpreto a seis mujeres, algunas en escena y otras previamente filmadas que a su vez interactúan con los personajes que están en vivo. Es un espectáculo interdisciplinar que explora la vida y pensamiento de varias mujeres, a través de un juego con el tiempo y la introspección.
La obra se compone de cinco escenas que entrelazan diversas realidades de la experiencia interior femenina. Cada una es intervenida por la televisión como un recurso para pensar en la sutileza y heterogeneidad del lazo. Es un cruce entre teatro y vídeo, y una mezcla de mis imágenes, recuerdos e impresiones de estos tres países que adoro y de los cuales me siento parte.
¿Qué logros deseas obtener con Variaciones?
Solo deseo compartirla con el público tanto en Buenos Aires, como en Nicaragua y México. Mi sueño sería poder llevarla y presentarla allá en el teatro Justo Rufino, mi casa, y también en México. Estoy segura de que podré hacerlo; es solo cuestión de tiempo.
Aunque estreno la obra en Argentina, para mí es importante darla a conocer en Nicaragua, porque no la habría podido hacer si no fuera por mi vínculo de afecto con el país.
Ver en la versión impresa las paginas: 8 ,9