EMILIANO CHAMORRO MENDIETA
La propuesta de gravar las donaciones que reciben las iglesias, sean estas católicas o evangélicas, es algo grave para la obra social de las instituciones eclesiales, según monseñor René Sándigo, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua y el reverendo Rafael Arista, vicepresidente de las Asambleas de Dios de Nicaragua.
El jerarca católico dijo que la obra social de la Iglesia está destinada para los más pobres, por lo que “suena paradójico que el Estado pretenda gravar a nuestra obra que está dirigida a los pobres”.
En ese sentido Sándigo dijo que está bien que se graven los negocios de los empresarios, “quienes hacen trabajo para enriquecerse, pero no me parece bien que le cobren impuesto a quienes apoyan al Estado”, dijo Sándigo, tras recordar que la obra de la Iglesia está en proyectos educativos, de salud, vivienda, proyectos alimentarios, entre otros.
Por su parte, el reverendo Rafael Arista, coincide con monseñor Sándigo, al afirmar que la obra social de la Iglesia viene de la colaboración de los donantes.
“Es grave y preocupante que se esté pensando gravar las donaciones que recibimos. Todas las donaciones que la Iglesia recibe vienen con el objetivo de ayudar a los más pobres y eso ha sido siempre. No es correcto, ojalá no sean afectadas las donaciones ya que los pobres serán los más afectados”, dijo Arista.
El pastor Arista, dijo que la obra de las iglesias se realizan por la colaboración de sus miembros y de donantes extranjeros.
“Toda donación que la Iglesia recibe es para ayudar a los sectores más débiles”, expresó Arista.
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