Fátima Arellano
¿A quién de nosotras no nos ha pasado en algún momento que nos preparamos para ir a trabajar, vemos nuestro clóset y sentimos que el vestuario no es el más apropiado? ¿Alguna vez has dicho: “No tengo ropa”, o “no tengo nada que ponerme”? Sin duda alguna, no eres la única y justamente porque te comprendemos, en esta ocasión te traemos algunas propuestas para que aproveches al máximo esos vestidos que consideras perfectos para lucirlos en una ocasión especial, pero no para deslumbrar con buena presentación y buen gusto en tu centro de trabajo.
Aunque también amamos los blazer y su diversidad de diseños, así como las faldas y pantalones de ejecutivas, por esta vez olvídalos y apuesta acertadamente por los vestidos que se han diseñado justamente para verse bien durante todo el día. Recuerda que para ir a la oficina no hace falta mostrar demasiado, basta con que te veas muy femenina y acorde a tus funciones laborales.
Por supuesto que los accesorios son fundamentales. Opta por unos muy discretos, ya que tu vestido será suficiente. Y en cuanto al calzado, lo mejor son los zapatos cerrados de tacón alto. ¡Así de sencillo!
Ver en la versión impresa las paginas: 4 ,5