Julio Portocarrero Arancibia
Las apariciones de la Virgen María en Cuapa en 1980 es una historia que no se termina de contar. Para algunos en un principio se trató de un cuento contrarrevolucionario inventado por la Iglesia católica en contra del sandinismo.
Sin embargo, para otros fue la respuesta de Dios hacia sus peticiones, un llamado a la paz o “un acto de fe” como lo califica monseñor Bernardo Hombach.
33 años después de ese acontecimiento que es celebrado con fervor por los devotos de María, monseñor René Sándigo, obispo de la Diócesis de Juigalpa y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), anunció la creación de una Comisión Sacerdotal que se encargará de realizar estudios sistemáticos sobre las apariciones.
“Para descubrir los elementos bíblicos y doctrinales que están presentes en las apariciones de la Virgen María en Cuapa”, explicó monseñor Sándigo a los fieles el pasado 8 de septiembre.
El anuncio del presidente de la CEN fue en respuesta a una carta pública que se le envió a través de LA PRENSA, en la que se le cuestionó sobre si existía una aprobación eclesiástica sobre estos acontecimientos.
CUAPA ES UN ACTO DE FE
Para monseñor Bernardo Hombach, quien fue obispo de la Diócesis de Juigalpa, las apariciones de María es un acto de fe.
“Yo veo Cuapa como un centro de piedad que ayuda a nuestros fieles, a muchos, no a todos, porque muchos dicen ´yo no lo necesito para mi fe’, pero a muchísimos les ayuda”, expresa Hombach.
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