ELBA CRISTINA PARRALES
Los juguetes forman parte del desarrollo y entretenimiento de los niños. En los primeros años de vida se acumula una gran cantidad de juguetes y el espacio disponible se reduce.
Parte de la diversión de los pequeños es regar los juguetes por toda la casa, por eso mantenerla ordenada parece una tarea muy difícil, sobre todo si aún no tienen el hábito del orden.
Guardar los juguetes es quizás la parte más aburrida para los niños, por tal razón es recomendable que los padres implementen dinámicas y juegos mientras sus hijos aprenden a guardar los juguetes solos, sin necesidad de que se lo ordenen.
La psicóloga Karla Caballero destaca la importancia de enseñarle a los niños desde pequeños a que sean ordenados con sus juguetes. Afirma que una actividad tan básica y sencilla como esta fomenta a que los niños cuando crezcan sean más organizados en sus vidas y en sus trabajos y que sean capaces de emplear estrategias y dinámicas para lograr sus objetivos.
Caballero explica, además, que entre los 2 y 3 años de edad los niños ya pueden aprender a guardar sus juguetes.
“Para lograrlo, son útiles los juegos y las canciones para que el niño no sienta que es una obligación. Es primordial también que los padres tengan una actitud positiva hacia esta tarea para convertirla en un hábito. De esta manera cuando sean más grandecitos, lo harán sin ningún problema y no habrá necesidad de que se lo repitan o de llegar al regaño”.
Además de las canciones favoritas de los niños, hacer carreras para ver quién guarda más juguetes es una excelente estrategia que recomienda la psicóloga.
Cada niño debe tener su espacio y un lugar específico que sea accesible y fácil de guardar los juguetes, de esta manera sabrá dónde tiene que guardarlos.
Clasificar los juguetes es otra manera de enseñarle a que sean ordenados. Pueden ser cajas o cajones para distintos juguetes.
“El orden no solo debe ser con los juguetes, sino también con su ropa, libros, útiles escolares y otros objetos que utilice en el hogar”, recomienda Caballero, quien agrega que los padres no deben interferir en su juego y deben esperar a que el niño haya terminado, así tendrá mayor disposición. El estímulo se puede hacer felicitándolo cada vez que guarde los juguetes.
Creatividad y orden
La decoración del espacio destinado para que los niños jueguen, ya sea una sala o la habitación, también es fundamental. Débora Mendoza, coordinadora de la Escuela Arquitectura de Interiores de la Universidad de Ciencias Comerciales, afirma que se debe poner suma atención en la decoración de ese espacio para los juguetes de los niños, la cual estará en dependencia de factores como la edad, el sexo y los gustos.
Las cajas grandes o medianas con diseños creativos y con colores como el amarillo, azul, verde o rojo, le darán vida a la habitación y se aprovechará mejor el espacio que ocupen.
Los armarios grandes con gavetas son útiles para guardar juguetes. Un librero, una mesa, cajas, cestos con detalles personalizados con dibujos animados, accesorios de deporte y de naturaleza le dará una decoración divertida y apropiada a los muebles.
“Dependiendo de los gustos y de la edad de los niños, pueden incluir globos, actividades de circo, animales, aviones o dulces en la decoración”, sugiere la arquitecta Mendoza.
La psicóloga Karla Caballero agrega que este tipo de decoración forma parte del ambiente agradable, divertido y positivo que debe tener el niño en su casa.
Las mesas con depósito son una excelente opción y podrá ser parte de la decoración de la casa sin necesidad de que tenga detalles infantiles.
“No olviden que con el ejemplo también se enseña. Si el niño crece en un ambiente donde todo está bien organizado, él también lo será”, finaliza la psicóloga.
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